Grupo Fertiberia construirá en Huelva una planta demo para el tratamiento de bio-residuos y la recuperación de sus nutrientes, en el marco del proyecto de economía circular B-FERST, con el que la compañía da un paso decisivo para introducirse en el mercado de la fertilización avanzada de base biológica, validada a escala europea. Huelva ha sido la ciudad elegida por la compañía para poner en marcha este proyecto, que supondrá una inversión de más de 2 millones de euros, reforzando su compromiso con una provincia en la que posee sendas plantas de producción, en la capital y en la localidad de Palos de la Frontera.

El director de I+D+i de la firma industrial, Javier Brañas, ha explicado que “la construcción de la esta planta demo tiene como objetivo la extracción de fósforo insoluble de fuentes residuales de diversa procedencia, especialmente de bio-residuos. Este proceso, para el que se ha solicitado una patente europea, tiene como principal característica el acoplamiento térmico de los dos reactores principales, de forma que se optimiza la recuperación de fósforo con el mínimo consumo energético en sus dos etapas de digestión y neutralización”.

En este sentido, ha precisado que la planta tendrá una capacidad de producción de 500 kg/h de fosfato mono y dicálcico y que se ubicará junto a la planta industrial de fertilizantes complejos NPK.

Esta nueva planta demo forma parte del proyecto europeo H2020 B-FERST, liderado por el Grupo Fertiberia, cuyo propósito es incrementar la rentabilidad de la agricultura de una forma más sostenible mediante la valorización de los bio-residuos de la propia actividad agrícola.

De este modo, el objetivo de B-FERST, que cuenta con una inversión de 10 millones de euros, es cerrar el ciclo de los nutrientes en la agricultura intensiva, transformando la fabricación de fertilizantes hacia un nuevo modelo de producción basado en la economía circular, que dará lugar a la reducción de la huella de carbono en al menos un 10 %, minimizando su impacto ambiental.

Según ha expresado André Negrão, director de la planta de Huelva, “con el proyecto de Huelva damos un paso más hacia nuestro objetivo de liderar en Europa la fertilización del futuro. La planta demo permitirá reducir el impacto ambiental asociado a la producción de fertilizantes, optimizando los procesos y disminuyendo su huella de carbono, al mismo tiempo que se aumenta la eficiencia y productividad de los nuevos productos nutricionales”, ha subrayado.

EL PROYECTO B-FERST

La Unión Europea cuenta con la agricultura más eficiente del mundo y la industria de fabricación de fertilizantes más avanzada y con la menor huella de carbono. Sin embargo, adolece de una fuerte dependencia del exterior en cuanto a las materias primas necesarias para producir fertilizantes minerales (gas natural, roca fosfórica, potasa, etc.). Por ello, el proyecto B-FERST pretende mejorar el manejo y valorización de los residuos aprovechando los nutrientes que contienen, mejorando la sostenibilidad de la agricultura y la competitividad de los agricultores, reduciendo dicha dependencia del exterior, e incrementando la resiliencia de la industria europea de fertilizantes.

El objetivo principal de B-FERST es crear nuevas cadenas de valor integrando la valorización de bio-residuos en los planes de manejo agrícolas, transformando los residuos municipales o agroalimentarios en fertilizantes, contribuyendo de este modo a la economía circular y los objetivos de química verde de la Unión Europea.

El proyecto introduce una tecnología de gestión de recursos más eficiente mediante la dosificación de nutrientes a medida. En este sentido, la reutilización de los bio-residuos para sustituir a las materias primas de minería, que son fundamentalmente de importación y de alto consumo energético, es fundamental para invertir la pérdida de nutrientes del suelo.

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