La vigilancia posvacunación es «fundamental» para detectar «rápidamente» los brotes de gripe aviar, demostrar la ausencia de la enfermedad y permitir así la circulación segura de las aves, según ha indicado este miércoles la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, en sus siglas en inglés).

Este es el principal resultado del nuevo dictamen científico de la entidad, que también evalúa las opciones de mitigación del riesgo tras la vacunación de emergencia y preventiva, según un comunicado.

En el caso de la vacunación de emergencia contra la gripe aviar altamente patógena (GAAP), los científicos concluyeron que los planes de vigilancia para la detección precoz de nuevos brotes deben tener en cuenta el tipo de ave y el tamaño de la manada para ser eficaces.

Si la vacunación es preventiva, para demostrar la ausencia de la enfermedad se recomienda realizar pruebas virológicas mensuales de hasta 15 aves muertas con el fin de salvaguardar el desplazamiento de las aves de corral y los productos relacionados.

TANTO LAS MANADAS VACUNADAS COMO LAS NO VACUNADAS DEBEN SOMETERSE A UNA VIGILANCIA PASIVA, SEGÚN LA EFSA.

Los expertos del laboratorio de referencia de la Unión Europea (UE) y de la EFSA han colaborado para recomendar las pruebas de diagnóstico más adecuadas para la vigilancia de acuerdo con el tipo de vacuna, la estrategia de vacunación y el alcance de la vigilancia posterior.

Además, se deben utilizar métodos más sensibles cuando es probable que la cantidad de virus en la sangre sea baja debido a la vacunación.

La situación en España en cuanto a gripe aviar en la actualidad es muy pequeña. No obstante no hay que bajar la guardia, ya que es fácil que el escenario puede cambiar, si se recuerda que durante 2022 hubo hasta 37 focos que complicaron bastante la gestión de la enfermedad y dejaron a varias explotaciones bajo mínimos, como en el caso de Guadalajara.

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