El Gobierno de Cantabria ha alcanzado un acuerdo con las organizaciones profesionales agrarias de la región para fijar el baremo oficial correspondiente al pago de los daños por la fauna silvestre (lobo, oso, buitre, zorro y otras especies), en terrenos de responsabilidad del Ejecutivo.

El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Guillermo Blanco, ha mantenido esta semana una reunión con las organizaciones UGAM-COAG, ASAJA, UPA y AIGAS, a las que ha informado de las cuantías definitivas.

Blanco ha asegurado, además, que tras la correspondiente tramitación administrativa el documento se publicará a lo largo del mes de enero en el Boletín Oficial de Cantabria, según ha informado el Gobierno de Cantabria en un comunicado.

El documento sobre daños por la fauna silvestre presenta varias novedades con respecto al baremo publicado el pasado mes de noviembre.

De 300 a 550 euros por un ternero muerto; de 300 a 400 por un potro; y de 100 a 160 en ovejas y cabras adultas, y de 75 a 120 para corderos y cabritos

Lo más significativo es que las cuantías para las clases de ganado más afectadas por el lobo, que es la especie que más daño provoca a la ganadería, experimentan un crecimiento significativo.

Como ejemplo, el consejero ha explicado que para los terneros de vacuno mestizo, «el ganado bovino más afectado por el lobo», se ha pasado de una indemnización de 300 euros por cabeza muerta a 550 euros, mientras que en el caso de los potros mestizos menores de nueve meses la cifra pasa de 300 a 400 euros.

Para los ejemplares de ovino y caprino, teniendo en cuenta que son el tipo de ganado más afectado y que la mayor parte no está inscrito en libros genealógicos, se pasa de 130 a 200 euros en los sementales, de 100 a 160 euros en ovejas y cabras adultas, y de 75 a 120 euros para los corderos y cabritos.

Además, considerando que con mucha frecuencia los ataques del lobo afectan a numerosos ejemplares de una misma explotación en el caso del ovino y caprino, se ha recogido una petición de todas las organizaciones por la que si el porcentaje del censo de una explotación perjudicada por un ataque supera el 20% del rebaño, los baremos se aumentarán en el mismo porcentaje.

Por último, el consejero también ha anunciado que en el nuevo baremo se mantiene el pago de los gastos de veterinario y de medicamentos de los ejemplares heridos que pueden ser recuperados.

Guillermo Blanco ha mostrado su satisfacción por el consenso alcanzado por los daños por la fauna silvestre, el cual aporta «seguridad jurídica» a los ganaderos y agricultores después de que un primer baremo se trasladase «por error» al Boletín el pasado mes de noviembre, sin haber pasado por la fase de consultas con las organizaciones agrarias.

El proceso de consultas ha culminado tras las reuniones mantenidas «con todos los actores implicados», además de las organizaciones profesionales agrarias presentes en la reunión.

En esos encuentros han participado la Federación de asociaciones de razas cárnicas, la Asociación Frisona de Cantabria y la Asociación de criadores de Hispano-Bretón y Monchina de Cantabria.

El consejero pidió a estas organizaciones una propuesta conjunta con el objetivo de conseguir el «máximo consenso», sabiendo que en estas cuestiones llegar a un acuerdo unánime «es complicado» y teniendo en cuenta que los recursos públicos son finitos y que «hay en vigor una póliza de seguro en cuyo marco debe analizarse la viabilidad de las propuestas».

De esta manera, el responsable de Desarrollo Rural ha reiterado «la defensa del sector primario y la ganadería extensiva» como una de las líneas prioritarias para su consejería.

Y ha recordado que la publicación de este baremo está contemplada en el Plan de Gestión del Lobo y que el pago de los daños producidos por esta especie en toda la región es una de las medidas previstas en ese texto.

También se contemplan las subvenciones para adoptar medidas preventivas que ya han sido convocadas, el pago de servicios ambientales cuya normativa reguladora se está tramitando, y los necesarios controles de ejemplares, que se están ejecutando de acuerdo a lo previsto en el Plan de Gestión