El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente proyecta un real decreto para promover una utilización más «inteligente» de abonos y otros nutrientes en el suelo agrícola, con menos impacto en el medioambiente.

La subdirectora general de Medios de Producción Agrícolas del Ministerio, Esther Esteban, ha declarado este lunes 30 a Efeagro que se trata de una norma para una «aplicación sostenible de nutrientes», basada en un cálculo que contabilice factores como el impacto ambiental del empleo de purines o aguas reutilizadas.

Elobjetivo es que el cuaderno de explotación sea obligatorio para el uso de fitosanitarios y que ahora «se amplíe a todas las actividades de la parcela»

«Pretendemos que el agricultor registre en un cuaderno de explotación todos los aportes de nutrientes en su parcela, incluyendo abonos orgánicos o inorgánicos, lodos o aguas reutilizadas, para que tendamos a una aplicación prescriptiva de abonos», ha añadido.

«A partir de análisis de suelos, sabremos de cuánto partimos y el abonado justo que necesita la cosecha», según Esteban.

Actualmente, el registro en dicho cuaderno es obligatorio para el uso de fitosanitarios y el Ministerio quiere que «se amplíe a todas las actividades de la parcela».

En el caso del cuaderno de explotación para pesticidas se está implantando el formato electrónico, y para el Ministerio sería «deseable» que las aplicaciones informáticas se extendieran a otro tipo de información para que haya «una base de datos general» de todas las actividades de la finca agrícola.

El nuevo real decreto, cuyos borradores están en fase inicial, no solo afectará a los fertilizantes, sino a «todo aquello» que va a nutrir la tierra, ha apuntado.

Precisamente por la economía circular llegan a la agricultura sustancias de la industria y residuos de muchos tipos, como los purines -sobre todo ante el crecimiento del sector porcino nacional-, lodos de depuradoras y aguas reutilizadas.

Todo ello tiene valor nutricional para la explotación, pero también un «riesgo» porque puede contener metales pesados que se acumulan en el suelo o nitratos en exceso.

«Queremos meter los nutrientes en la contabilidad de la parcela y regular su aplicación para prevenir la acumulación de metales, la aportación excesiva de nitrógeno el suelo o la emisión indeseada de amoníaco a la atmósfera», ha destacado.

El Ministerio quiere que se tienda a «incrementar» la proporción de abonos orgánicos.

Además, tendrá en consideración las normas internacionales, entre las que ha citado las relativas a nitratos o la directiva sobre techos de emisiones de gases contaminantes.

En ese contexto, ha recordado que la agricultura es el principal sector emisor de amoníaco de España.

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