Francia va a notificar oficialmente a la Comisión Europea que recurrirá a la llamada reserva de crisis de la PAC aprobada para aumentar el fondo dedicado a la destilación de vino hasta los 200 millones de euros, ante la gran demanda de ayudas que ha recibido del sector en su país.

El ministro de Agricultura, Marc Fesneau, ha anunciado la activación de ese dispositivo, que sirve para retirar excedentes del mercado mediante la destilación, con un comunicado de su departamento coincidiendo con una visita a la destilería de Olonzac en Hérault, uno de los departamentos con más tradición vinícola del país, con capital en Montpellier.

Sobre la base de un reglamento europeo publicado el 26 de junio, que autoriza y enmarca las ayudas a la destilación de crisis para la campaña de 2023, el Gobierno francés lanzó en verano una primera campaña con un presupuesto inicialmente previsto de 160 millones de euros para un máximo de 3 millones de hectolitros.

Sin embargo, las demandas recibidas han sido más importantes, en concreto por un volumen de 4,4 millones de hectolitros, lo que ha llevado al ministro a completar la partida que se había anunciado en febrero con la citada reserva de crisis de la PAC.

En su comunicado, el departamento galo de Agricultura señaló que el vitivinícola es un sector importante para la economía francesa y que que «a causa de las dificultades coyunturales importantes que afronta, el Estado le ayuda en la aplicación de medidas de gestión de crisis permitidas con la organización común de mercados».

También añadió que más allá de este apoyo puntual, el Gobierno francés también lo respalda con su «plan estratégico de futuro» para proyectarse a largo plazo en «las necesarias adaptaciones al cambio climático y a la evolución de las demandas del mercado doméstico y de la exportación».

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