En la reunión celebrada en la sede de Foment del Treball entre su presidente Josep Sánchez Llibre, su vicepresidente y presidente del Institut Agrícola, Baldiri Ros; los alcaldes de Gavà y Viladecans, Gemma Badía y Carles Ruiz; la teniente de alcalde de Gavà, Rosa María Fernández; y el concejal de Medio Ambiente de Sant Boi de Llobregat, César Thovar, se ha debatido sobre el futuro de la comarca sobre la base de la propuesta de hub agroalimentario presentado recientemente por los tres municipios con el apoyo de la Universidad Politécnica de Catalunya.

Es una propuesta que, tanto en el fondo como en la forma, supone un cambio de paradigma de la economía del Baix Llobregat, creando un marco apropiado para atraer inversiones, empresas e innovación gracias a la colaboración público-privada.

Las patronales presentes consideraron que este hub agroalimentario aporta seguridad jurídica a las inversiones a realizar, innovación para mejorar la competitividad de la industria agroalimentaria de proximidad y facilita la creación de puestos de trabajo de calidad, colocando al Baix Llobregat en la vanguardia tecnológica aprovechando todos los recursos existentes para potenciar el suministro de alimentos de calidad con la que reforzar la soberanía productiva del Área Metropolitana de Barcelona.

En una época de grandes incertidumbres internacionales por los cortes de suministros, la polarización del tráfico de materias primas hacia geografías inestables y la crisis inflacionista, obliga a repensar algo tan básico como la oferta de alimentos, relocalizando la industria transformadora y poniendo en valor las producciones locales que sufren desde hace décadas sendas crisis de rentabilidad.

Especialmente, alcaldes y empresarios consideran que uno de los principales elementos de actuación es la modernización del sistema hídrico con el objetivo de acabar con las constantes inundaciones de los terrenos en cuanto se producen lluvias más o menos considerables. Para ello, instituciones como el ACA tienen que ejecutar obras de canalización e infraestructuras pedidas durante años, pero que hasta la fecha no se han ejecutado y que afectan muy negativamente al territorio.

El Plan presentado por los tres consistorios de la comarca del Baix Llobregat es un plan de futuro que analiza los problemas actuales para convertirlos en oportunidad y tanto Foment como el Institut Agrícola están dispuestos a potenciar la colaboración público-privada con los consistorios para reforzar una industria en la comarca que tiene amplio recorrido.

En este sentido, las patronales saludan positivamente la participación de los centros de investigación y Universidades en este hub agroalimentario que puede ayudar a salir de los corsés de la normativa actual, ensayando nuevas prácticas sobre resultados de experimentación agronómica y otros usos que ya están determinando la agroalimentación de futuro. Un entorno abierto, dinámico y competitivo permite realizar este tipo de pruebas que son de aplicación práctica directa sobre la producción.

También ha estado sobre la mesa la propuesta del Govern de ampliar la ZEPA e instan a la Conselleria a buscar con los interlocutores sociales e institucionales de la comarca nuevas y mejores alternativas para proteger el medio natural sin hipotecar el futuro de la industria agroalimentaria del Baix Llobregat.

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