Javier Sánchez-Llerena / Doctor Ingeniero Agrónomo

El Fleckvieh español ha pasado este año que termina por un triste e inadvertido aniversario. Se cumplen 45 años de la introducción “oficial” de la raza en España, con la importación de 550 novillas procedentes de Austria por iniciativa de la CAZAR y Monsanto, empresa que creó el primer núcleo productivo de raza Fleckvieh en España tras intensos estudios de adaptación de diferentes razas europeas.

Muy atrás quedan ya esos años de gloria en los que el censo de animales de raza Fleckvieh en España suponía el 2% del Censo Nacional de Vacuno en España. Años en los que la raza era gestionada muy profesionalmente con programas de mejora brillantes  que, si bien enfocados a producción lechera, permitieron incrementar la producción desde menos de 4000 kg por lactación a más de 7000 kg en pocos años (Pueo Crespo, 1997). Muy atrás queda ya esa época en la que figuras de primer nivel nacional e internacional se implicaban en la promoción de la Raza Fleckvieh en España, ayudando a implantar programas de selección y mejora punteros para su tiempo y equiparables a cualquiera de los utilizados en otras poblaciones europeas (Grub, 1995). Muy atrás queda ya la época en la que los resultados de esos programas en España se presentaban en el Salón Internacional Agrícola de París, en una de las exposiciones más prestigiosas de Europa y del mundo.

De estas glorias pasadas, ¿Qué es lo que queda hoy en España? Tan solo un oscuro y espeso silencio que solo esconde una gran incapacidad técnica en la gestión de la raza y la prolongada decadencia de la entidad encargada de su gestión, mejora y difusión. Y es precisamente eso, opacidad y silencio lo que uno encuentra cuando intenta informarse sobre la raza u obtener datos reales de rendimiento en campo más allá del manido “Con ambas denominaciones FLECKVIEH-SIMMENTAL se conoce una de las razas vacunas más importantes…” que viene copiándose y pegándose en artículos una y otra vez desde hace más de cuarenta años. Incluso a nuestra propia ganadería (aun siendo socios) se le ha impedido taxativamente acceder a las bases de datos de la Asociación y conocer cualquier tipo de información sobre los avances del programa de mejora y difusión de la mejora de la raza. No hablemos ya de la contabilidad.

Opacidad y silencio porque en una organización en la que absolutamente TODO -ingresos (y expulsiones) de socios, emisión (o no) de cartas genealógicas, participación (o no) en ferias, libre gestión de la tesorería y provisiones de fondos, selección (o no) de ganaderías y animales para testajes, operaciones de importación, etc.- pasa por las manos de una única persona, nadie se atreve a pedir cuentas y, desde luego, nadie está dispuesto a rendirlas. Y en esta oscuridad, la única luz (tenue) la aportan los datos periódicos publicados por el Ministerio de Agricultura. Estos datos son cargados en la aplicación ARCA por las entidades gestoras de libros genealógicos como un requisito impuesto por su reconocimiento oficial. A día de hoy, esta resumidísima y esquemática información es la única que se publica sobre la raza en España y por el momento, es la única a la que se puede acceder públicamente sin temor a ser acosado, perseguido, vilipendiado o expulsado.

La serie histórica completa se remonta al año 2009, si bien es posible rescatar algunos datos puntuales anteriores mediante la revisión bibliográfica de revistas y publicaciones especializadas. Por ello se analizaron los datos más significativos incluyendo, en su caso, aquellos anteriores a 2009 que permitieron analizar de forma más fidedigna la evolución de la raza y sus parámetros productivos. Igualmente, se revisaron las cantidades otorgadas a través de subvenciones públicas para determinar la eficacia de los fondos destinados a esta materia y analizar de la forma más objetiva posible su productividad y los resultados alcanzados.

CENSOS

Desde 1994, la tendencia de la población de reproductores hembras sigue ininterrumpidamente una disminución de tipo exponencial desde su máximo en 1994 con unas 18.000 reproductoras inscritas en el Libro Genealógico (FEAGAS 1994) hasta los últimos datos publicados en la aplicación ARCA que registran 5.471 reproductoras. Es decir, en apenas 20 años ha desaparecido el 70% del censo de reproductoras hembras en España. La situación es muchísimo más grave si se tienen en cuenta los datos oficiales del Sistema Integral de Trazabilidad Animal (SITRAN), que incluye todos los datos de CC.AA. recogidos a través de REGA, REMO y RIIA. Según este registro, plenamente fiable, en el año 2014 el número real de nodrizas de raza fleckvieh era de 3860 nodrizas, es decir un tercio menos de lo indicado por la Asociación en la aplicación ARCA. Actualmente, el Fleckvieh supone a nivel Nacional el 0.2% de la cabaña ganadera (SITRAN 2014), por lo que es posible que el descenso de población real se aproxime al 90% desde 1994.

Por otro lado, los datos de SITRAN son sumamente importantes pues según éstos, los registros de la Entidad Gestora del Libro Genealógico albergan un mayor número de nodrizas (5.702) que las que están realmente presentes en las explotaciones a nivel Nacional (3.860). Dicho de otra forma: el Fleckvieh es la única raza que tiene más animales inscritos en el libro genealógico que presentes en el campo. Este hecho, completamente ilógico y que no ocurre con ninguna otra raza en España es un claro indicativo de las gravísimas deficiencias que existen en la Gestión del Libro Genealógico de la Raza Fleckvieh en España.

A la hora de estudiar la evolución de la población a lo largo del tiempo, resulta complicado tratar de aislar la influencia individual que factores externos como la evolución del mercado,  las sucesivas reformas de la Política Agraria Común o la asignación y desaparición de las Cuotas Lácteas han tenido sobre la población de la raza en un periodo de tiempo tan amplio. No obstante, la comparación con los censos de la población general de vacuno en España aporta información muy valiosa para tratar de identificar y cuantificar esta influencia.

En un inicio, la raza Fleckvieh era utilizada en España como una alternativa a otras razas especializadas en producción de leche y en el mismo periodo de tiempo (1994-2015), el censo nacional de vacas de ordeño en España se redujo en un 33% (frente al 70% de la raza Fleckvieh) según las encuestas ganaderas del Ministerio de Agricultura. Según dicha fuente, para el mismo periodo, el censo de vacas no destinadas a ordeño (producción de carne) se ha incrementado en un 40%. Por tanto, la evolución de la población de la raza Fleckvieh parece haber sido independiente de estos factores externos, reduciéndose el censo en un porcentaje superior al doble del indicado para la población general de vacas de ordeño. Igualmente, el cambio en la gestión y la filosofía productiva de la raza en España, al dejar de lado la producción de leche y centrarse en la producción de carne tampoco ha tenido el efecto deseado en una población que lejos de la recuperación, año tras año sigue reduciendo sus efectivos. No obstante, resulta imposible determinar con certeza las tendencias de la población en función de la aptitud productiva de los animales puesto que en el Libro Genealógico español no se hace distinción alguna entre animales específicamente destinados a producción de leche y animales destinados a producción de carne, todo va al mismo saco y todo vale para todo.

Aparte del censo propiamente dicho, existen otros datos como el estudio del número de hembras que han parido en pureza el último año, que ayudan a determinar la evolución de la raza en un futuro próximo. Para éste parámetro únicamente se cuenta con datos “fiables” desde 2012, indicando un descenso cercano al 17% en apenas cuatro años. También resulta muy significativo hacer un breve análisis de los valores absolutos que indican que en el último año se produjeron 405 partos en pureza con una población de 5.471 reproductoras (datos ARCA), es decir, tan solo el 7.4% de todas las reproductoras registradas parió en pureza. Se trata de un porcentaje muy inferior al de cualquier otra raza bovina integrada en España pues tanto Blonda (54,1%), Charolés (49%), Limousin (53,3%), Frisona (23%) y Parda (45,3%) superan con creces estos valores (MAPAMA, 2016).

Las causas para explicar esta situación podrían ser las siguientes: 1º que la inmensa mayoría de las ganaderías inscritas en el Libro Genealógico no crían en pureza y por tanto las reproductoras de la raza se estén usando mayoritariamente como nodriza para cruce con otras razas, y 2º que los ganaderos no colaboren con el registro del Libro Genealógico de esta raza y no remitan datos. Cabe preguntarse el porqué de estos hechos y qué problemas específicos existen con la gestión de la raza fleckvieh, pues a la vista de los datos, éstos no se dan con ninguna de las otras razas integradas (independientemente de la aptitud productiva).

Por último, resulta necesario indicar que toda esta información se basa en datos que, a la vista de las importantes lagunas que presentan tienen una fiabilidad muy limitada pues la entidad Gestora del Libro Genealógico no ha comunicado nunca al Ministerio de Agricultura los datos de importaciones de animales, ni siquiera los de operaciones realizadas por esa misma entidad. No obstante, a día de hoy todos los indicadores apuntan a que la tendencia evolutiva de la población, del censo de reproductoras y del número de ganaderías activas seguirá siendo de recesión.

Por tanto, los Programas de Mejora y difusión de la mejora españoles han fracasado rotundamente puesto que no han conseguido fijar la población de Fleckvieh y desde el punto de vista de los productores y de la industria, tampoco han conseguido afianzar la posición de la raza como una alternativa de interés ni en la producción de leche ni en la producción de carne. De hecho, según se desprende de la información consultada, estos programas ni siquiera han llegado a aplicarse íntegramente puesto que años después de su aprobación no existe ni un solo animal inscrito en los registros de méritos.

RENDIMIENTOS

En relación directa con los datos censales presentados en el artículo anterior y publicados en la aplicación ARCA del MAPAMA por la Entidad Gestora del Libro Genealógico, los datos productivos de la raza fleckvieh muestran una población extremadamente envejecida, con una media de edad de 144 meses (12 años) para hembras y 90 meses (7,5 años) para machos. Teniendo en cuenta esta información, al menos la mitad de las reproductoras habría superado ya la duración de la vida productiva. Se trata de edades muy superiores a los de cualquier otra raza integrada en España y que hacen prever un muy brusco descenso de la población de la raza a corto plazo. De nuevo es necesario plantearse seriamente la fiabilidad de estos datos, toda vez que implican que en las explotaciones españolas se estarían manteniendo hembras con una media de diez lactaciones y reproductores con edades que no los hacen aptos para servicio de monta natural y que pondrían en serio riesgo la rentabilidad de las mismas. Una de las causas más probables para que se den estos valores es que en los registros de la Entidad Gestora del Libro Genealógico haya inscritos un gran número de animales que desde hace años no están realmente activos. Es decir, la población real de reproductoras fleckvieh activas o bien es muy inferior a lo indicado oficialmente o bien queda mayoritariamente al margen de dichos registros, lo cual explicaría también las bajas tasas de partos en pureza. Esta explicación está avalada por los datos obtenidos en SITRAN, que indican una población de reproductoras fleckvieh (3.860) y edades muy inferiores (6,5 años de media) a las registradas por la Entidad Gestora del Libro Genealógico en la aplicación ARCA. Por tanto, de los datos se desprende que el Libro Genealógico de la Raza contiene inscritos una gran masa de animales que no están activos, apareciendo infladas de forma artificial las cantidades de animales presentes.

Mención aparte (por nada creíbles) merecen los datos de rendimiento cárnico. En la gráfica se representan los datos de ganancias medias de diversos países, obtenidos de distintas fuentes oficiales y artículos científicos. Según los datos disponibles, en una población completamente heterogénea como la española, que incluye en el mismo saco a animales específicamente seleccionados para producción de leche, doble aptitud y producción de carne, la ganancia media diaria para toda la población alcanzaría los 1.900 gramos desde el nacimiento hasta el sacrificio a los 10 meses (MAPAMA, 2017). Esto implicaría (de ser cierto) que la población española de Fleckvieh tendría una de las ganancias medias diarias más altas del mundo, superando no solo a todas las razas españolas especializadas en producción de carne, sino a casi todas las poblaciones de fleckvieh del planeta. Así, la ganancia media de la población alemana de Fleckvieh de doble aptitud (1.300 g) quedaría pulverizada por la española (Figura 1). Pero no solo eso, la población española también superaría al fleckvieh de aptitud cárnica alemán (1.650 g), llegando a ser igualada únicamente por el simmental danés (1.935 g). Si bien es cierto que a título individual, ganaderías que cuenten con animales con buena genética, manejo y alimentación adecuados pueden alcanzar estos valores (e incluso superarlos),  extrapolar estos datos al total de una población completa como la española, cuyo núcleo fundacional es Fleckvieh austríaco de doble aptitud y sin un solo animal inscrito en los registros de méritos resulta escandaloso, sobre todo cuando se tienen datos como los obtenidos en condiciones controladas en centros de testaje que indican unos valores medios de ganancia media diaria de 1.56 kg desde el nacimiento hasta los 340 días de edad, o los publicados por centros del País Vasco, que indican una ganancia media de 1.42 kg desde el nacimiento hasta los 365 días de edad (valores normales en la media europea para la raza). Es totalmente inconcebible mentir en público de esta manera. También se indica que el rendimiento medio de la canal es del 60%, pero ¿Cuántas canales y en qué mataderos se han evaluado?

Figura 1. Ganancias Medias diarias de diferentes poblaciones de Fleckvieh (elaboración propia).

Si analizamos los datos publicados por MAPAMA (2016), la Entidad Gestora del Libro Genealógico únicamente efectuó control de rendimiento cárnico a un total de 179 animales en 2015. Los datos resultan insultantes hasta el extremo, pues se basan en los datos facilitados por los ganaderos a la Entidad, tomados por ellos mismos en sus propias fincas, sin asistencia ni control alguno de ningún técnico de la Asociación. Pero el agravio es todavía mayor si se comparan con los números de Asociaciones de otras razas integradas que, a día de hoy están recibiendo la misma financiación que la raza Fleckvieh. Así, las razas Charolesa (1.303), Blonda (5.275) y Limusina (10.014) superaron de forma aplastante al Fleckvieh en cuanto al número absoluto de animales bajo control de rendimiento cárnico. Si se analiza el ratio entre animales bajo control de rendimiento cárnico y nodriza (datos Arca), la raza Fleckvieh apenas alcanza los 0.03 animales controlados por reproductora (Figura 2). Destaca sobremanera la Raza Blonda con 0.72 animales en control de rendimiento por reproductora (datos 2015).

En cuanto a los rendimientos lecheros, el caso es todavía mucho más grave, puesto que en España no existen programas oficiales de control de rendimiento lechero en Fleckvieh, ni tampoco se recoge en el Plan de Mejora sistema alguno de control de rendimientos. Por tanto los valores indicados (8.000 kg de media por lactación, 4,2% grasa, 3,7% proteína) carecen por completo de base experimental mínimamente fiable. Estos datos también superarían en todos los ámbitos al fleckvieh alemán (que cuenta con uno de los mejores programas de evaluación y mejora del mundo para fleckvieh de doble aptitud) y que según datos oficiales del Ministerio de Agricultura Alemán alcanza 7.500 kg de media por lactación, 4% de grasa y 3.5% de proteína. Con respecto a esto cabe ya preguntarse muy seriamente cual es el papel de los organismos públicos que se supone que deberían controlar las actividades y la veracidad de los datos que aportan los gestores del Libro Genealógico y si, en este caso particular, el Inspector de la Raza conoce estos datos y por qué los ha validado para su publicación cuando en el Programa de Mejora no existe ni una sola alusión al control de rendimientos lecheros.

Y estos elementos nos llevan a plantearnos el fondo real del asunto ¿Cómo se están realizando en España los controles de rendimiento cárnico y lechero de la raza fleckvieh? Según el Programa de Mejora, las explotaciones colaboradoras son las que remiten datos periódicamente a la entidad, pero corresponde a los “controladores de campo” de la entidad gestora del Libro Genealógico realizar las visitas a explotaciones para revisar y confirmar los datos que aportan las mismas. Así mismo, deben identificar las vacas y sementales, realizar la calificación lineal de los reproductores, determinar el peso de los terneros al destete, calificación lineal para apreciar el formato carnicero y obtener los datos relativos al peso de la canal, edad de sacrificio, y conformación en mataderos. Todas estas disposiciones están plenamente en vigor, son de obligado cumplimiento y fueron aprobadas en el Boletín Oficial del Estado de 2 de marzo de 2012. Sobre el papel todo está muy bien, pero el gran problema es que no existen “controladores de campo” que visiten las explotaciones para realizar control de pesos ni calificaciones morfológicas. De hecho, si se analiza la contabilidad de la Entidad, puede apreciarse que únicamente cuenta con un solo empleado para toda España y a la vista de los resultados está más dedicado a otros menesteres que al control de rendimientos. De esta forma, numerosas ganaderías ingresan en el Libro Genealógico pero no reciben jamás la visita de ningún técnico de campo, ni control de pesos o evaluación morfológica alguna de sus animales. Y puesto que habitualmente, en las explotaciones no se realizan calificaciones morfológicas (que serían obligatorias según la Reglamentación Específica del Libro Genealógico), en consecuencia el Registro de Méritos permanece vacío.

Por otro lado, los modelos de remisión de datos que las ganaderías colaboradoras están obligadas a cumplimentar únicamente solicitan la identificación del comprador cuando los animales se venden para vida. Es decir, no existe interés alguno en realizar seguimientos de peso, rendimiento y calidad de las canales en matadero cuando estos datos son lo más importante de todo en un programa destinado a selección en aptitud cárnica. Estos datos son los que validan los resultados del Programa de Mejora y lo que podría sentar las bases de una diferenciación productiva en la raza. No obstante, el único interés real es conocer los datos de potenciales clientes interesados en la raza para ofrecerles los servicios de la Entidad gestora, incluidos los de importación.

Así, por desgracia y desde nuestra experiencia, el Programa de Mejora real que está aplicando la Entidad Gestora a nivel de explotación consiste en esperar 6 meses a que las pocas ganaderías punteras remitan los datos de inseminaciones para, posteriormente, comunicar al círculo de allegados los toros que están usando estos ganaderos. Más allá de consideraciones sobre la ética profesional (que podrían ser subjetivas), esta nefasta política tiene unas consecuencias reales muy perjudiciales sobre la población de Fleckvieh española. Y es que en pocos años, el grado de consanguinidad entre distintas ganaderías españolas será tan elevado que resultará completamente imposible aplicar cualquier otro Plan de Mejora.

FINANCIACIÓN

Al contrario que ha ocurrido con los censos, la financiación pública que ha recibido esta entidad no ha hecho más que aumentar con el tiempo (Figura 3). Si se cuenta únicamente las cantidades percibidas desde 2007, el montante total de las subvenciones directas recibidas por la entidad gestora supera los 400.000 € (cuatrocientos mil euros). Todo ello sin contar otras subvenciones indirectas derivadas de la participación en ferias y subastas y otros programas financiados con partidas diferentes así como las ventajas fiscales a las que tienen acceso por estar catalogada como entidad sin ánimo de lucro.

En los últimos años, la política del Ministerio de Agricultura en lo relativo a las subvenciones destinadas a actividades de gestión del Libro Genealógico y Programas de Mejora de Razas Puras ha sido la de establecer una serie de baremos en función de los cuales se van desbloqueando tramos de ayuda. Así, existe una cuantía unitaria básica de ayuda que se otorga únicamente por el hecho de estar reconocido (20.000 € para razas no autóctonas). Aparte del anterior, se concede una cuantía complementaria (hasta un límite de 50.000€ para razas no autóctonas) que financiaría el funcionamiento del libro genealógico (cuantía calculada en función de la variación del censo de animales inscritos, distribución por CC.AA., nº análisis de marcadores genéticos y filiación) y grado de desarrollo del programa de mejora (animales valorados genéticamente, variación del nº explotaciones colaboradoras y difusión de las valoraciones genéticas). En la práctica, este sistema de financiación ha tenido como resultado una mayor uniformización de las cuantías a percibir por raza (salvo el caso de razas autóctonas que tienen acceso a más tramos de subvención).

Esto ha provocado una disminución de las subvenciones percibidas por algunas entidades que tienen inscritos un elevado número de animales en sus Libros Genealógicos, ya que se atiende más a las variaciones censales que a los números absolutos. Como suele pasar en estos casos, en el grupo de razas integradas, entidades que estaban realizando buenos trabajos (y grandes inversiones) en la gestión y mejora de sus respectivas razas han visto disminuidas sus subvenciones para poder beneficiar al resto de razas. Y con este cambio de filosofía, la entidad gestora de la raza Fleckvieh (que no la raza) ha sido una de las más beneficiadas. Así, considerando cada reproductora inscrita (datos ARCA), la raza Fleckvieh estaría recibiendo una financiación igual a la de las razas Frisona, Limusina y Blonda juntas en los últimos años (Figura 4).

En la Figura 4 se representa el ratio entre euros recibidos a través de la subvención y hembra reproductora, pues estimamos que es este parámetro (la existencia de una hembra reproductora) el que motiva realmente las actuaciones de las entidades de gestión de libros genealógicos y justifica los costes asociados a dicha gestión (inscripción de nacimientos, emisión de cartas de los terneros, evaluaciones de rendimientos, etc.). Para el cálculo de la raza charolesa se han tenido en cuenta las cantidades percibidas por las dos asociaciones reconocidas. En términos absolutos, la raza Frisona es la que ha perdido una mayor cuantía de subvención (86%) si bien su elevadísimo censo hace que las diferencias en la evolución del ratio estudiado no sean tan apreciables.

Para el resto de razas (Blonda, Charolés y Limusín), la subvención recibida por reproductora se ha reducido significativamente con respecto a los valores de 2011. Esto hace que, en general, las entidades tengan que adaptarse a funcionar con menos recursos públicos y que, si se desea mantener el nivel de calidad en los Programas de Mejora, sean los ganaderos los que aporten una parte importante de la financiación de los mismos a través de sus cuotas. No obstante, la raza Fleckvieh presenta la tendencia opuesta, aumentando la financiación por reproductora progresivamente hasta superar a todas las razas estudiadas en los dos últimos ejercicios.

Dicha diferencia se amplia de forma abrumadora si se estudia el ratio entre euros recibidos a través de la subvención y número de controles de rendimiento (Figura 5). Como puede observarse en la gráfica, para el año 2015, la Asociación de Fleckvieh vendría recibiendo unos 320 € por control de rendimiento, frente a los 47 € del Charolés, 12 € del Blonda y 6 € del Limousín. No obstante, más allá de ratios comparativos, aparece una duda fundamental sobre la entidad gestora del Libro Genealógico: Si no existen controladores de campo, si apenas se realizan testajes, si el número de animales en control de rendimiento cárnico es ridículo y los censos no hacen más que descender, ¿a qué se han dedicado los más de 400.000 € de fondos públicos que ha recibido esta entidad desde 2007?

Si se analiza la contabilidad de la entidad gestora del Libro Genalógico de la raza Fleckvieh puede apreciarse que, desde enero 2014 a enero 2015, la cuantía percibida a través de las cuotas de sus socios no superó el 7% de los ingresos totales de la entidad. Y esto lleva a dos conclusiones muy importantes: 1ª La entidad se han acostumbrado a funcionar exclusivamente con fondos públicos y sus socios no tienen interés en aportar fondos propios para el desarrollo y gestión de los planes de Mejora que habrían de aplicarse a sus propias ganaderías (y así se ha manifestado en Asambleas Generales). 2ª Es el conjunto de los españoles quien está sosteniendo la actividad de esta entidad de forma casi exclusiva sin que, a nivel de población se observe ningún progreso palpable. Más bien todo lo contrario. Y esto último nos lleva a una segunda cuestión importante ¿Cuál es el papel que está jugando la Administración Pública en el control de la actividad de esta Entidad?

Este último punto resulta especialmente importante, sobre todo en un Estado con un nivel de deuda en torno al 100% del PIB en el que se dibuja un horizonte en el que está en peligro el sistema de pensiones, con incrementos de todo tipo de impuestos, edades de jubilación y recortes de prestaciones sociales básicas. Si sus propios socios no desean hacerlo, ¿Por qué el conjunto de todos los españoles habría de seguir sosteniendo económicamente a esta entidad?

El apoyo económico a las razas puras por parte de organismos oficiales es necesario y fundamental, pero no puede ofrecerse de forma incondicional. La sociedad y los organismos públicos deben exigir firmemente resultados económicos (o ambientales) reales y, por supuesto, el cumplimiento íntegro de la legislación vigente a las Asociaciones. Con los fondos públicos y privados invertidos deben exigirse progresos verídicos y fehacientemente comprobables en los programas de mejora y si estos no se dan, se debe dejar de financiar esos programas. Los medios para la extinción y el reconocimiento de nuevas entidades gestoras deben agilizarse, de lo contrario… los resultados los estamos pagando ya entre todos.

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