El proyecto Weinapp de la Universidad de Córdoba, financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad y en el que colabora la Universidad de Cádiz, abordará el estudio de los dominios léxicos relacionados con el sector vitivinícola, permitiendo la creación de una base de datos en inglés, español, alemán y francés que facilite el lenguaje del vino.

Blancos, tintos, rosados o claretes; cosecha, crianza, reserva o gran reserva; de mesa, del país, espumoso o tranquilo, para mesa o para postre… la categorización de vinos resulta casi inabarcable cuando a aspectos como su color o tiempo de maduración se suman otros como la variedad de uva empleada para su elaboración o la zona geográfica donde se han cultivado. Nombrar el vino, o los vinos, ha ocupado siglos y miles de páginas en todos los idiomas conocidos hasta descubrir que hay un lenguaje del vino propio.

El objetivo de esta “Babel” enológica es facilitar el acceso a una terminología propia de un sector a veces exclusivo

Del vino se habla o se escribe no sólo para nombrarlo, sino para teorizar y crear todo un universo en torno a él. Investigadores de las Facultades de Filosofía y Letras de las Universidades de Córdoba y Cádiz, liderados por las profesoras titulares de Traducción e Interpretación de la UCO María del Carmen Balbuena Torezano y Manuela Álvarez Jurado, se han puesto manos a la obra para aunar el léxico vitivinícola con la finalidad de producir una base de datos multilingüe en alemán, español, francés, e inglés que contenga las variaciones terminológicas de la vitivinicultura y permita entenderse a quienes hablan de vino desde diferentes perspectivas: agricultores, productores, científicos o consumidores, utilicen o no el mismo idioma.

El objetivo de esta “Babel” enológica, enmarcada en el Programa de I+D+ì orientada a retos para la Sociedad 2016 del Ministerio de Economía y Competitividad, es facilitar el acceso a una terminología propia de un sector a veces exclusivo, contemplando todos los posibles ámbitos relacionados con el vino: cultivo de la vid, elaboración, comercialización, consumo, cultura, etc..

Para ello, los integrantes de este equipo investigador, que ronda la veintena de participantes, trabajarán a lo largo de tres años con los diferentes agentes implicados en el sector vitivinícola y acudiendo a todo tipo de fuentes escritas, incluida la literatura de ficción, en los cuatro idiomas mencionados. Finalmente, toda esa información será trasladada a la aplicación WeinApp, para dispositivos móviles, para que productores, consumidores y gestores contribuyan a la internacionalización y divulgación del conocimiento científico en torno al vino.

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