La Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales ha trasladado este martes 25 ante la comisión para el Pacto de Estado contra la violencia de género la realidad de las víctimas del mundo rural español. Fademur ha ido más allá del diagnóstico y ha propuesto quince medidas urgentes para que «los pueblos no se vean discriminados en la lucha contra esta lacra», medidas que permitirían a las mujeres rurales combatir esta lacra en igualdad de condiciones que las mujeres urbanas.

La presidenta de Fademur, Teresa López, ha comenzado su comparecencia con una «fotografía del contexto a pie de campo». De esta manera, López ha señalado que las causas directas de su «especial vulnerabilidad» están relacionadas con el aislamiento que padecen las damnificadas rurales.

Para Fademur, resulta evidente que «el control de las mujeres y su aislamiento es una característica de la violencia de género, por lo que para los maltratadores es más fácil ejercer esta presión en los pueblos, porque en ellos hay una mayor dificultad para la movilidad y un menor número de infraestructuras».

Pero, además, López ha apuntado a consecuencias indirectas derivadas de «los recortes producidos en los últimos años, relacionados todos ellos con la prevención del maltrato y su detección»: educación, sanidad e incluso defensa, ya que se han cerrado muchos cuartelillos de la Guardia Civil, dificultando poner una denuncia.

Además, Fademur ha denunciado que la Ley de Reforma de la Administración Local retiró las competencias en materia de lucha contra la violencia de género a los ayuntamientos más pequeños. Por tanto, «ha habido una pérdida de recursos que debemos recuperar», ha urgido López.

Fademur ha presentado ante esta subcomisión un catálogo de quince medidas orientadas a frenar el problema de la violencia de género en el medio rural, «esperamos haber convencido a las diputadas de todos los grupos de la conveniencia de apoyar y aplicar nuestras quince medidas«.

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