La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria ha aconsejado que se amplíen y mejoren estructuralmente las jaulas convencionales para la cría de conejos adultos, ya que en su opinión el bienestar de los animales que viven en ellas es peor que el de los alojados en otros sistemas usados en la Unión Europea.

La EFSA ha emitido este jueves 9 una opinión científica sobre bienestar animal en cunicultura, basada en una extensa encuesta entre expertos en el sector, en la que apuntan que el «principal problema» en este ámbito se deriva de la restricción de movimientos a los que se ven sometidos en ese tipo de jaulas convencionaless.

Entre las conclusiones del estudio, indica que el bienestar de los conejos no destetados es más bajo en sistemas exteriores (sobre todo por el estrés térmico) y más alto en corrales elevados; y que los sistemas orgánicos de producción son «generalmente buenos».

Para sus análisis han tenido en cuenta el efectos sobre la salud, el bienestar y el comportamiento de los animales de aspectos como la restricción de movimientos, problemas de reposo, sed o hambre prolongadas, estrés térmico y trastornos de la piel.

La mayor parte de la cría de conejos en la Unión Europea (UE) se lleva a cabo en Francia, Hungría, Italia, Portugal y España, pero con amplias diferencias en las prácticas asociadas a su producción tanto entre países como dentro de cada nación.

otras conclusiones sobre el bienestar de los conejos en lo que respecto al momento del sacrificio

Para captar esta variabilidad, el estudio se ha centrado en seis ejemplos de sistemas de alojamiento: jaulas convencionales; jaulas estructuralmente enriquecidas; corrales elevados; corrales de piso bajo; sistemas al aire libre o parcialmente al aire libre, y sistemas orgánicos.

Además, EFSA también ha dado a conocer otras conclusiones sobre el bienestar de los conejos destinados a consumo humano en lo que respecto al momento del sacrificio.

Y lo hace a petición del Parlamento y la Comisión Europea, a los que recomienda reducir los riesgos de bienestar por el aturdimiento deficiente, para lo que es importante evaluar el estado de conciencia y detectar los que no están aturdidos adecuadamente.

Un monitoreo de la eficacia del método de aturdimiento que debe verificarse en los tres momentos clave: inmediatamente después del aturdimiento, justo antes del corte y durante el sangrado. Si los animales muestran signos de conciencia, se recomienda volver a aturdirlos.

En el caso de una matanza sin aturdimiento, la EFSA resalta que hay que confirmar que la hemorragia es adecuada, ya que conlleva a un rápido inicio de la inconsciencia.

En cuanto al dolor o miedo que pueden experimentar los animales, aconseja que éstos no sean encadenados ni comiencen su desangrado mientras estén conscientes y reclaman que la muerte sea monitoreada y confirmada antes de comenzar el despiece y obtención de canales.

Actualmente, existen normas para la protección de los animales de granja pero no una legislación específica que proteja el bienestar de los conejos de granja en la Unión Europea.

(Fotos: Archivo)

×