ASARE (Asociación Andaluza de Regantes) y UPA (Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos) valoran demandar a la Confederación por las pérdidas en los cultivos debido a la falta de riego.

Ambas entidades solicitaron a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), para principios de abril, el inicio de riego para los regantes del canal de Cacín, proveniente del pantano de los Bermejales en Granada.  En concreto, las entidades beneficiarias de los riegos solicitados serían la Comunicad de Regantes Moraleda de Zafayona, la C.R. Fuensanta, Trasmula, C.R. de Lachar, C.R. Cijuela, C.R. de Chauchina, C.R. de Santa Fe y C.R. Señor de la Salud.

La petición se ha realizado derivada de la necesidad de riego que tienen cultivos hortícolas, como ajos, espárragos, alcachofas, así como para abastecer pequeños huertos, y también para la siembra de avenate, trigo y alfalfa en dicha zona regable, dadas las escasas precipitaciones que se están produciendo. Los agricultores de la zona precisan que se autorice de forma urgente el comienzo del riego, pues, de lo contrario, la falta de riego causaría graves perjuicios a los cultivos, reportando a su vez graves pérdidas al sector, así como para el abastecimiento de la población y de productos necesarios.

“ESTAMOS HARTOS DE QUE CUANDO SOBRA AGUA NOS INUNDEN LOS CULTIVOS CON DESEMBALSES INNECESARIOS Y QUE, CUANDO LA NECESITAMOS, NOS LA NIEGUEN”

Las beneficiarias son comunidades de regantes que han hecho grandes inversiones en modernización y que están preparadas para el control volumétrico de la dotación por hectárea. Sin embargo, los regantes ven que sus inversiones no están revirtiendo en beneficio de sus intereses.

Desde las organizaciones demandantes, esperaban que se hubiese puesto en marcha el inicio de campaña de riego, pues entendían que «su aprobación no debería suponer problema alguno, ya que se trataba simplemente de adelantar el inicio unos quince días, para justo antes de Semana Santa, debido a la situación fenológica en la que se encuentran los cultivos, y a la falta de precipitaciones” argumentaba el presidente de ASARE, Miguel Cobos; sin embargo, nos encontramos en la primera semana del mes de abril y la CHG no se ha pronunciado en modo alguno, por lo que las necesidades de riego no se han podido satisfacer en el tiempo oportuno.

“Estamos hartos de que cuando sobra agua nos inunden los cultivos con desembalses innecesarios y que, cuando la necesitamos, nos la nieguen. No pedimos más agua, sólo pedimos el adelanto de uso de nuestra dotación”, han manifestado los regantes.

ASARE y UPA tienen a sus técnicos realizando peritaciones de los cultivos para, dado el caso, pedir responsabilidades a la Confederación. Ante la desidia de las autoridades y gestores del agua, las organizaciones sopesan la posibilidad de «una demanda colectiva frente a la indolencia de las autoridades con respecto a la demanda de riego por parte de los regantes ante la falta de riego. Se estima que las pérdidas por no haber podido regar a tiempo, pueden llegar al treinta por ciento, debido a la merma de calidad de las cosechas, lo que llevaría a los pequeños productores a tener que vender como segunda o estrío sus producciones».