La Universidad de Alicante (UA) impulsa una nueva linea de investigación centrada en poder transformar residuos de «Posidonia oceánica» que se acumulan en vertederos municipales en fertilizantes sostenibles que ayuden a mitigar el impacto del estrés salino en el cultivo de arroz.
El profesor de la UA Borja Ferrández Gómez, del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular y Edafología y Química Agrícola, está desarrollando este estudio, según ha informado la institución académica.
La investigación parte de una preocupación creciente: el estrés abiótico causado por la salinidad del suelo, derivada del aumento de temperaturas, la disminución de lluvias y la consiguiente escasez hídrica en la región mediterránea.
En este contexto, el arroz -un cultivo estratégico para la Comunidadd Valenciana, con Denominación de Origen Protegida- es especialmente sensible a este tipo de condiciones, lo que puede afectar seriamente a su rendimiento y sostenibilidad.
La propuesta de Ferrández Gómez, junto con su grupo de investigación, busca valorizar los restos de «Posidonia oceánica» como fuente de compuestos bioactivos que puedan mejorar la tolerancia al estrés salino en el cultivo de arroz.
Esta estrategia se alinea con la normativa europea de fertilizantes (Regulación EU 2019/1009), que promueve el uso de productos más sostenibles y respetuosos con el medioambiente.
El trabajo se enmarca en una estancia de tres meses que Ferrández Gómez realiza en el laboratorio ‘Plant Gene Regulation’, del Instituto de Tecnología Química e Biológica António Xavier (ITQB NOVA), perteneciente a la Universidade NOVA de Lisboa, bajo la supervisión del doctor Nelson Saibo.
La estancia cuenta con el respaldo de la Generalitat, a través de las subvenciones para estancias de personal investigador doctor en centros de investigación radicados fuera de la Comunitat Valenciana, convocatoria 2025.
Desde el ITQB NOVA, uno de los centros de referencia en biociencias moleculares de Europa, el grupo ‘Plant Gene Regulation’ estudia cómo las plantas, especialmente el arroz, responden a factores como la salinidad, la sequía o el frío.
Esta colaboración internacional refuerza la vocación investigadora de la UA y su apuesta por soluciones científicas ante los grandes desafíos ambientales y agrícolas del siglo XXI.