El desarrollo de esta iniciativa, que comenzará a aplicarse en un vertedero de Santa Pola, determinará también cuáles son las especies vegetales idóneas, su ritmo de crecimiento y adaptabilidad a sustratos potencialmente salinos, respetando el carácter autóctono de la vegetación local.

     El ayuntamiento de esta localidad alicantina, la Universidad de Alicante y la empresa Urbaser han firmado un convenio para la puesta en marcha de este proyecto, denominado "Demostración de nuevos usos de posidonia para la recuperación de zonas verdes en vertederos clausurados".

     El alcalde de Santa Pola, Miguel Zaragoza, ha destacado el proyecto como "un buen ejemplo de compromiso y colaboración" entre la empresa privada, la administración pública y la universidad, para "afrontar un problema medioambiental y económico dándole una solución rentable a todos los niveles".

    Según Ramos, la iniciativa otorga una especial importancia a la "repercusión medioambiental", ya que intenta resolver un problema extendido y detectado en los municipios turísticos de la costa mediterránea: la acumulación de Posidonia oceánica en las playas.

    "Su aprovechamiento se encuentra en desuso por falta de resultados positivos en las líneas de innovación emprendidas en otros ámbitos", ha apuntado.

    Además, según el proyecto presentado por el CIMAR, se conseguirá "un potencial ahorro de materiales de recubrimiento en vertederos de inertes, minimizando el uso de tierras procedentes de otros sectores y contribuirá al mantenimiento e incremento de la biodiversidad en zonas donde la actividad humana ha generado un significativo impacto ambiental, como son los vertederos de residuos no peligrosos".

×