La campaña de la montanera 2021-2022 ha finalizado con el sacrificio de 682.489 cerdos de bellota, una cifra similar a la precedente cuando se sacrificaron 682.935 animales, es decir, un ligero descenso del 0,06%, de los que el 64% fueron de precinto negro (100% ibérico).

El 36% restante obtuvo el precinto rojo, repartido entre un 8% a cerdos de bellota 75% ibéricos y el 28% a bellota 50% ibérico, también en línea similar a la campaña previa, según ha detallado este jueves en un comunicado la interprofesional del Cerdo Ibérico (Asici).

Esta interprofesional ha detallado que, del total de sacrificios, 674.557 fueron canales aptas.

Por comunidades autónomas, en Andalucía se ha producido el 46% de los animales de bellota de esta campaña (313.254 animales), lo que supone un descenso de los cerdos engordados en esta región del 2,07% con respecto a la anterior; en Extremadura se ha engordado el 37 % de la cabaña (254.818 animales), que supone un incremento del 6% para esa autonomía.

En Castilla y León se ha obtenido el 8% de los animales (54.991), que arroja un incremento del 4% mientras que en las dehesas de Portugal se han engordado 39.675 animales de bellota, que corresponde a un 6% del total de animales y un descenso del 30,7%.

Por último, en Castilla-La Mancha se han producido 9.112 animales, lo que significa un 6,6% más y Madrid engordó 40 animales.

En cuanto a las producciones de las Denominaciones de Origen Protegidas, en base a los registros en Ítaca, en esta montanera se han sacrificado 116.437 animales, correspondiendo el 34% a Guijuelo, el 25% a Dehesa de Extremadura, el 23% a Jabugo y el 18% a Los Pedroches.

TRAS LA PANDEMIA, EL IBÉRICO SE ENFRENTA A «UN NUEVO DESAFÍO» POR EL ENCARECIMIENTO DE LAS MATERIAS PRIMAS, PIENSOS, COSTES ENERGÉTICOS Y COMBUSTIBLES

El presidente de Asici, Antonio Prieto, ha subrayado que son datos «positivos» que demuestran «estabilidad» y destacan, «una vez más, la solidez y constancia» de un sector que «continúa demostrando su capacidad de adaptación frente a las difíciles coyunturas actuales del mercado».

Ha reseñado que, tras la pandemia y «prácticamente sin tiempo para volver a la normalidad», el ibérico se enfrenta a «un nuevo desafío» derivado del encarecimiento de las materias primas, de los piensos, los costes energéticos y combustibles.

«Una sucesión de acontecimientos que el sector afronta trabajando en líneas estratégicas que refuercen su competitividad», ha destacado.

Ha expresado también que estos resultados «acreditan la vitalidad» de este sistema productivo y son «una muestra más de su fortaleza y capacidad» para atender «a lo que pide hoy el consumidor, adaptándose a la demanda actual».

En la misma línea, ha subrayado que estas cifras «son fruto del esfuerzo conjunto del ibérico que lanza un mensaje de responsabilidad apoyado en algunos de sus grandes valores: sostenibilidad, bienestar animal, trazabilidad, transparencia, calidad e internacionalización, como garantías para asegurar su futuro».

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