La guirra es la oveja valenciana por naturaleza y sólo quedan 5.000 ejemplares en la Comunidad. El proyecto Esquellana, nace en este contexto, con un primer procesamiento de 1.600 kilos de lana, la iniciativa, que intentará conseguir la financiación a través del crowdfunding, quiere evitar la desaparición de esta raza de oveja y recuperar la ganadería extensiva.

Así que Esquellana ha lanzado su camapaña de micromecenazgo  para conseguir la financiación necesaria. Estará visible durante 39 días en Lateuaterra.org, la primera plataforma valenciana de crouwdfunding dedicada a proyectos medioambientales, para conseguir los 12.000 euros que le hacen falta para poner todo en marcha.

«Todo lo que pretende Esquellana pasa en principio por la protección de la ganadería extensiva y de nuestra raza autóctona, la guirra», comenta Anna Gomar, veterinaria y una de las responsables del proyecto. Así, señalan que en casi 30 años, se ha reducido a la mitad el número de ejemplares de esta oveja autóctona, según datos de la Unió de Llauradors i Ramaders.

«A la problemática de la desaparición de una oveja propia se suma la despoblación rural»

La Vall d’Albaida, Valle de Ayora, Camp de Turia y la Canal de Navarrés en València, La Marina Alta en Alicante y la Plana de Castellón son las comarcas en las que se distribuyen principalmente las 5.000 cabezas de ganado de la guirra que aún quedan.

Jesús Beneito, pastor y miembro del equipo, cree que el descenso se debe, entre otras cosas, a los pocos pastores que quedan en el territorio dedicados a la ganadería extensiva, desalentados por los escasos ingresos que genera la guirra: «A la problemática de la desaparición de una oveja propia se suma la despoblación rural»,afirma Jesús Beneito. Además, esto conlleva a una desaparición de riqueza específica de la biodiversidad,  incrementa el riesgo y la magnitud de incendios y disminuye el agua en las cuencas, especialmente en medios semiáridos o áridos.

Frente a esta situación, Esquellana pretende comprar la lana de forma justa al ganadero y, así, que éste pueda recibir un ingreso por un gasto obligatorio como es la esquila.

Hace unos años, se lanzaba la campaña mundial «The Campaign for Wool«, en la que animaba a proteger la industria de la lana. Hoy, Esquellana, toma el relevo, fijándose un propósito: recuperar una producción de lana natural, de calidad y proximidad.

«La sustancia grasa que impregna la lana de las guirras es más abundante que en otras razas, lo que hace que sea mucho más suave al tacto y también la preferida de las personas que trabajan en artesanía», comenta Anna Gomar. La calidad de esta lana permitirá obtener mejores resultados en el proceso de conversión de la lana en madejas naturales. El proceso se realizará sin fibras ni tintes artificiales ni sintéticos y en la misma Comunitat Valenciana, por lo que los integrantes de Esquellana confían en que puede suponer una creación de puestos de trabajo en el territorio.

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