España y otros países europeos han denunciado la entrada masiva de tomates y fruta de verano desde Marruecos y Turquía, un asunto que este martes abordaron los ministros de Agricultura de la Unión Europea.

El tema se trató en un Consejo de Agricultura en Luxemburgo en el que, como se hace dos veces al año, la Comisión pasó revista a la situación de los distintos mercados agrarios.

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, explicó en declaraciones a Efe al inicio del Consejo, el lunes, que preocupa «la situación del mercado del tomate, las importaciones de productos terceros y cómo afecta a nuestra producción, en materia de precios y de superficie cultivada».

«En particular con los tomates y la fruta de verano, los estados miembros están informando de una creciente presión desde hace unos años por las importaciones desde países terceros, en particular de Turquía y Marruecos y piden revisar los acuerdos de importación y han pedido la revisión de los acuerdos de importación con esos países», señala un documento elaborado con vistas a la reunión.

Otro asunto que inquieta, según Planas, «son los mercados ganaderos, el incremento del coste de las materias primas» y la disminución de la rentabilidad de todos los sectores ganaderos, algo que, matizó, no solo afecta a España sino también a otros estados miembros.

En particular, se constató que se ha producido una recuperación en el sector alimentario de la UE tras la reapertura gradual del canal horeca (restaurantes, hoteles y cafeterías) y el levantamiento de las restricciones a la circulación de personas y mercancías por la pandemia del COVID-19.

Sin embargo, algunos estados miembros «informaron de problemas en sectores y regiones específicos que han afectado los ingresos de los productores», según un comunicado difundido por el Consejo tras la reunión.

El debate de los titulares europeos tomó como partida un documento, elaborado a partir de los datos de la Comisión y los países, que analiza la situación por sector y recoge las preocupaciones de los distintos países.

El documento revela que los estados miembros, y en particular España, han registrado un aumento de entre el 25 y el 60 % en los precios internacionales de piensos para animales, en particular la soja, el maíz, el trigo y la cebada.

LA FALTA DE AGUA EN ESPAÑA «PODRÍA» SER UN PROBLEMA PARA LA CAMPAÑA 2021-2022 EN EL OLIVAR

Por otra parte, el informe señala que los mercados de carne están funcionando bien, ya que tanto los precios del vacuno, como del porcino, la carne de ave y de ovino están por encima de la media del año pasado y de la media de cinco años.

En cuanto al aceite de oliva, la producción europea se estima en unos 1,4 millones de toneladas para el año 2020-2021, un poco inferior a lo esperado, como consecuencia de las extremas condiciones meteorológicas del verano de 2020.

En ese contexto, la falta de agua en España «podría» ser un problema para la campaña 2021-2022, «aunque es demasiado pronto para poder afirmarlo».

En el caso del vino, «tras un año de perturbaciones acumuladas en el mercado (aranceles estadounidenses, pandemia de COVID-19 y cierre de HORECA, Brexit), el mercado del vino está mostrando algunas señales de una esperada recuperación».

Según los datos de los Estados miembros, la producción de vino de la presente campaña es un 9 % superior a la del año pasado.

No obstante, la fría primavera de este año ha provocado daños en muchos viñedos en Europa, lo que «podría conducir a una disminución significativa del rendimiento, aunque actualmente es difícil tener una imagen clara del impacto de las heladas».