Los gobiernos de doce países de la Unión Europea, entre ellos España, han reclamando por carta a la Comisión Europea que mantenga inalterada la protección legal del lobo gris, rechazando así una resolución del Parlamento Europeo que pedía cambiar su estatus para mitigar los daños sobre la ganadería. Entre sus argumentos señalan que hay que asumir que «el daño al ganado es inevitable».

En una misiva impulsada por Eslovaquia y enviada este lunes al comisario de Medioambiente, Virginijus Sinkevicius, los ministros del ramo de Bulgaria, Alemania, Grecia, España, Irlanda, Chipre, Luxemburgo, Austria, Portugal, Rumanía y Eslovenia rechazan «inequívocamente la tendencia de la resolución a debilitar la protección legal del lobo».

«El lobo gris, junto con el lince eurasiático y otros carnívoros, desempeñan un papel indispensable en la regulación de la abundancia de poblaciones de caza y en la mejora de su salud», señalan.

La UE protege a las especies vulnerables en la Unión Europea a través de la Directiva Hábitats y prohíbe abatir o capturar deliberadamente lobos salvajes.

LOS ESTADOS FIRMANTES DE LA PETICIÓN ASUMEN QUE «EL DAÑO AL GANADO ES INEVITABLE»

Pero la Eurocámara aprobó el pasado noviembre por amplia mayoría una resolución no vinculante que pedía garantizar «una coexistencia equilibrada entre las personas, el ganado y los grandes carnívoros, en particular en las zonas rurales, y que debe reconocerse que las fluctuaciones en los niveles de población de ciertas especies pueden causar una serie de problemas medioambientales, agrícolas y socio-económicas».

Los eurodiputados invitaban a la Comisión y a los Estados miembros a «hacer todo lo posible para evitar el sufrimiento y los daños causados a los animales de cría» y pedían vigilar «las áreas de reaparición y las dimensiones de las poblaciones de grandes carnívoros».

Sin embargo, los doce países que han escrito a la Comisión señalan que «el daño al ganado es inevitable» cuando los grandes carnívoros coexisten con el ganado, pero subrayan que «muchos países» han reaccionado con legislación que contempla compensaciones por el ganado y la propiedad afectada o «medidas preventivas».

«Estamos convencidos de que su protección estricta, junto con un sistema efectivo de medidas preventivas, compensación justa y también comunicación con los expertos y los agentes concernidos, así como con el público en general, aportará las mejores soluciones», dicen.

Los ministros esperan de Bruselas que mantenga el «mismo ángulo responsable en la protección de las especies raras» y que promocione y agilice las justas compensaciones por los daños pero que al mismo tiempo «refuerce el crecimiento» de las poblaciones de carnívoros.

COMUNIDADES LOBERAS ESPAÑOLAS

La batalla política sobre la protección del lobo enfrenta en España al Gobierno central y a los Ejecutivos de Galicia, Asturias, Cantabria y Castilla y León, que quieren que se elimine la protección contra el lobo pues argumentan que en sus territorios la especie no corre peligro y los ataques al ganado siguen en aumento.

Esas regiones consideran un error que el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico haya incluido al lobo en la Lista de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (LESPRE) y aseguran que los inventarios se han elaborado sin datos fehacientes, postura que también han denunciado ante la Audiencia Nacional.

Las «comunidades loberas» y la Comisión Europea acordaron establecer un intercambio de información, invitaron al comisario a conocer la situación sobre el terreno y la Comisión aseguró entonces que seguiría «supervisando y apoyando la situación para encontrar soluciones realistas en consonancia con la legislación de la UE y basadas en datos sólidos».

EL PONI DE VON DER LEYEN

La polémica sobre los lobos ha llegado hasta el despacho de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, a quien se han dirigido eurodiputados por carta para reclamar que el Ejecutivo reduzca la protección al carnívoro.

Pero también hasta el ámbito de la vida privada de la presidenta, que es muy aficionada a la hípica y tiene equinos en Alemania.

El pasado 1 de septiembre, un lobo identificado como «GW950m» mató a un poni de 30 años llamado Dolly que la conservadora germana tenía en su finca de la Baja Sajonia, en el noroeste de Alemania.

«Toda la familia está terriblemente disgustada», le dijo entonces Von der Leyen al diario germano Bild.

Según la prensa local, antes de ese ataque se había cursado ya una petición para poder abatir al animal, licencia que después fue suspendida por un recurso de la Sociedad de Protección de Animales, y luego reactivada de nuevo.

El permiso finalmente expiró ayer, martes, sin que haya noticias de que el lobo que mató al poni de Von der Leyen haya sido exterminado, en un expediente que los portavoces de la Comisión Europa no comentan pues consideran que se trata de un asunto «doméstico».

×