España pedirá este lunes a la Comisión Europea que permita dar apoyos a los productores por la subida de los precios de la energía, las materias primas y el transporte, ha dicho el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas.

Será uno de los temas que se abordarán este lunes 15 en un Consejo de ministros de Agricultura y Pesca, en el marco de un debate sobre la situación de los mercados agrarios.

«El sector agroalimentario se ha comportado bien durante la crisis. Ahora, en este momento de recuperación, hay una demanda agregada superior», ha indicado el ministro quien ha precisado que, no obstante, están apareciendo «incrementos de costes muy notables» en relación con el combustible y la energía, así como las materias primas, la logística y los fertilizantes, que hacen necesario dar apoyos a los productores.

LE PREOCUPA EL PRECIO DE LOS FERTILIZANTES, QUE SE HA DUPLICADO, PERO TAMBIÉN EL DE LA ALIMENTACIÓN GANADERA

Sobre ese último elemento, Plana ha dicho que le preocupa en particular la situación de los fertilizantes, porque el precio «se ha más que duplicado» y también los incrementos producidos en la alimentación ganadera, como la soja y los cereales.

Por ese motivo, España tiene previsto pedir hoy la activación del artículo 219 de la Organización Común de los Mercados Agrarios, como ya hizo en 2015, para permitir «apoyos puntuales a los productores necesitados», ha detallado Planas.

Asimismo, el ministro planteará a la Comisión Europea una petición específica de ayuda a los productores de cítricos.

En particular, reclamará que en acuerdo con África Meridional, cuya revisión se está negociando, «no se hagan concesiones suplementarias de contingentes de cítricos, porque sería un elemento de disrupción del mercado», ha considerado.

Cabe recordar que las organizaciones agrarias ASAJACOAG y UPA se han dirigido al ministro de Agricultura para pedir una reunión urgente donde abordar un plan de choque que frene la crítica situación que atraviesan las explotaciones agrarias. Nos encontramos ante la campaña más cara de la historia en lo que a costes de producción se refiere, sin que los agricultores y ganaderos puedan repercutir esas tremendas subidas en el precio final al que venden sus producciones».

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