El vicepresidente de Asaja nacional, responsable de Cereales de COPA-COGECA y presidente de la La Alianza por una Agricultura Sostenible (ALAS), Pedro Gallardo, se muestra convencido de que el sector agrario “sale fortalecido de la pandemia por la labor que ha hecho durante la misma”, pero no oculta su preocupación “porque tenemos un horizonte muy negativo”, con recortes en la PAC y política verdes europeas que “exige más con menos recursos. Y ante esto, el sector ha dicho Basta”.

P.- Comienza la desescalada tras una pandemia que ha afectado lateralmente al sector agrio, pero ¿cómo sale realmente el sector de este estado de alarma?

R.- Creo que salimos reforzados en cuanto a la percepción del ciudadano respecto al sector, ya que tanto agricultores como ganaderos hemos estado al pie del cañón, sin dejar nunca de producir y mantener el abastecimiento y, además, hemos contribuido  con una labor solidaria, como la desinfección de las calles. Pero salimos también reforzados porque la agricultura, en los últimos años, se ha visto un tanto alejada de lo que es la sociedad, con unas nuevas generaciones que ya no tenía el arraigo de sus padres al campo y ahora se ha visto que es productiva, que ha estado ahí cuando ha hecho falta. Y creo que la CE se debería replantear muchas de las consultas que hace a la ciudadanía, que siempre han sido negativas hacia la agricultura y que creo que, ahora, los resultados serían muy distintos a los de hace tres meses.

P.- Sale reforzada, pero el primer mensaje que manda el sector es “todos de nuevo a la calle”…

R.- Efectivamente, porque los precios son prácticamente los mismos que antes de la pandemia y porque tenemos un horizonte muy negativo. Con un recorte de la PAC del 9%, con medidas de biodiversidad y alimentarias muy preocupantes. Y si no hay compensaciones, no nos queda más remedio que volver a salir a la calle. Y esperemos que esta vez tengamos, incluso, más apoyo de la ciudadanía.

«NO NOS GUSTA QUE LAS AUTORIDADES EUROPEAS NO SE HAYAN PUESTO LAS BOTAS CAMPERAS Y HAYAN BAJADO PISAR EL TERRÓN PARA PREGUNTAR AL AGRICULTOR»

P.- Hay un recorte de la PAC pero, si oyes al ministro Planas, parece que encima vais a ganar más dinero…

R.- Es que no es así. Y el ministro está también luchando por mantener los presupuestos. Nosotros no entendemos, la verdad, por qué Europa no pone el dinero que debe poner sobre la mesa. Entendemos que haya que hacer otras políticas, pero no que se hagan en detrimento de la agricultura. Por eso, esperamos que nuestro ministro, y también nuestros eurodiputados, apuesten por unos fondos necesarios para cubrir la PAC.

P.- ¿Europa se está alejando del campo? Porque la PAC se reduce y, de forma paralela, hay cada vez más políticas, como la de biodiversidad o ‘De la Granja a la Mesa’, donde se exige cada vez al sector agrario a cambio de no se sabe muy bien qué….

R.- Nos quieren exigir más con menos recursos. Y eso es a lo que el sector ha dicho Basta. Lo dijimos en diciembre en el Parlamento Europeo con el “hartazgo”. Hacer más con menos es imposible ya. Entendemos que la agricultura europea, y por su puesto la española, es la más respetuosa del mundo. Acogimos el greening, porque pensamos que era importante destinar una parte a las medidas ecológicas, biodiversidad, agricultura sostenible,.. pero queremos hacer más, debe ser con más. Lo  que no aceptamos es el escenario actual donde se pide más, con más limitaciones, más requisitos, pero con menos presupuesto. Estamos abiertos a hacer lo que la sociedad demanda, pero con una visión solidaria. No puede ser que Europa se quiera mirar solo el ombligo. Hace falta una agricultura productiva y rentable.

P.- ¿Qué es lo que no os gusta de este proyecto de ‘La Granja a la Mesa’?

R.- Lo que no nos gusta es sobre todo que las autoridades europeas no se hayan puesto las botas camperas y hayan bajado pisar el terrón para preguntar al agricultor si, primero, lo que ellos quieren implementar es factible y si se puede. Porque querer limitar un 50% los fitosanitarios no tiene sentido. Si un fitosanitario es malo, no se debe quitar el 50%, sino quitarlo del mercado. Pero si es bueno, por qué se debe limitar. Está claro que en el uso de los fitosanitarios hay que hacerlo bien, pero en eso somos los primeros en utilizar esos fitosanitarios con responsabilidad. Y, además, son caros, porque echamos justo lo necesario. Lo que no es justo que se nos quiera quitar la mitad por que sí, por un criterio arbitrario. Además no hay un estudio de impacto. Si se llegan a quitar, no sabemos qué va a pasar con nuestras producciones. Tenemos un cambio climático, con más temperatura con más lluvias torrenciales, por lo que tendremos más plagas. Y para combatirlas necesitamos las ‘medicinas de las plantas’, que son los fitosanitarios.

P.- La agricultura ecológica es el futuro o es un presente que no se sabe qué futuro va a tener…

R.- Creo que es un presente y un futuro también. Es necesaria y tiene un nicho de mercado que hay que atender, pero no puede ser solo agricultura ecológica. Aquí tiene que haber agricultura de todos los tipos y para todos los bolsillos. Hay que pensar en la capacidad de elección del consumidor y que pueda decidir qué coste tiene cada producto. Pero el agricultor también debe tener la misma libertad de elección para decidir qué quiere producir, si uno ecológico, convencional o biotecnológico. No tiene sentido que, a día de hoy, el resto del mundo esté abrazando las nuevas técnicas de edición genética, que no son transgénicos, mientras que Europa no se posiciona y mira a otro lado, por si acaso.

ENTENDEMOS QUE EL PRECIO DE PRODUCCIÓN TIENE QUE ESTAR CUBIERTO, PORQUE NO PODEMOS VENDER A PÉRDIDAS Y HAY QUE CUBRIR LOS COSTES.

P.- Si la PAC es problemática, más lo es la nueva Ley de la Cadena Alimentaria y, en concreto, debate abierto sobre un precio mínimo por encima de los costes…

R.- Entendemos que el precio de producción tiene que estar cubierto, porque no podemos vender a pérdidas y hay que cubrir los costes. En otras producciones nunca sucede esto, siempre hay un margen empresarial. Y es esto es algo a lo que no podemos renunciar, a este margen empresarial esperado, porque si no si vendemos sin un margen evidentemente nuestras explotaciones serán cada vez menos competitivas, más obsoletas, con menos innovación y profesionalidad en el sector y menos atractiva a los jóvenes.

P.- Si no se ajustan los precios por ley, ¿qué alternativas quedan? Porque las protestas no han dado los resultados que se esperaban…

R.- Las protestas tuvimos que cortarlas prácticamente a la mitad por el estado de alarma. Y entendemos que cuando podamos retomarlas contaremos con más apoyo de la ciudadanía. Y, si no se cumple la ley, se reducen las ayudas y los precios no mejoran, volveremos a la calle, pero esta vez buscando el apoyo de los ciudadanos y de los consumidores.

P.- Señalaba usted en un acto reciente que en materia de precios quizás habría que mirar los que había en los años 80 y aplicarles el IPC…

R.- Eso sería lo ideal, porque esos eran unos precios que no hacían a nadie rico, pero que cubrían los costes de producción y la hacían atractiva. Eso puede ser una referencia y es lo que nos gustaría y cobrar un cereal en condiciones, no como está pasando ahora. Pero no se puede.

P.- No se puede, pero otros países, como EEUU, no ha dudado en inundar al sector agrario con miles de millones de dólares ante su crisis mientras que en España parece que solo llegan migajas, 80 millones para el ovino, 90 para el vino, 8 para el Plan Renove,…

R.- Es cierto, hay gobiernos, como el norteamericano, que tiene una visión más cercana del agricultor. Gobiernen demócratas o republicanos, siempre cuentan con el apoyo de su Gobierno y cuentan con una política distinta a la PAC, que apoya más al agricultor cuanto peor está y menos cuando las cosas van mejor. Y eso se echa en falta en Europa. Las instituciones europeas están muy alejadas de la agricultura por no pisar el campo y no consultar con los agricultores y ganaderos.

P.- Eso en Europa, pero en España, que es más cercana, tampoco parece se haga mucho más. Se aprueba la cosecha en verde por primera vez en la historia y las ayudas no cubren gastos. Se da ayuda al ovino y caprino por los daños y lo máximo que recibe cada explotación es 1.200 euros… ¿No hay dinero, no se quiere apostar por el campo o los políticos en general piensan que con la PAC ya hay suficientes ayudas?

R.- Esperemos que sea una falta de presupuesto, porque lo contrario sería muy grave. Aunque, como decíamos antes, la única alternativa que nos queda es salir a la calle o abandonamos el campo.

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