El coordinador estatal de Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, Luis Cortés, ha defendido el acuerdo alcanzado con el Ministerio de Agricultura para afrontar la crisis del campo y explica que «esta firma no es para la organización ninguna renuncia a nada, lo va a seguir peleando en las mesas de negociación en las que ahora entraremos». Sobre las críticas recibidas del las organizaciones que se han opuesto a este acuerdo, recuerda cómo esas mismas OPAs les había dando la espalda en las protestas, pero aclara que «lo que se ha firmado con el Ministerio no es un acta matrimonial. Son 43 medidas, concretas, que queremos mejorar».

Respecto a las propias movilizaciones, tras asumir que estaban llegando a su fin, reconoce la labor que han realizado, «porque lo que han logrado los agricultores y ganaderos con su movilización es quebrantar el inmovilismo del Ministerio y de Europa».

Pregunta.- Cuando los agricultores de media Europa salían a la calle, ustedes fueron los primeros en España en convocar movilizaciones, incluso en solitario, y al final… casi acaban siendo los primeros en firmar un acuerdo con el Gobierno. ¿Tanto han logrado?

Respuesta.- Seguramente no se trata de si se ha firmado antes o después. Hemos estudiado la propuesta, medido los compromisos recogidos en el documento del Ministerio y actuado en consecuencia. Lo que no hemos hecho es estar mirando por el rabillo del ojo a ver quién firmaba o no firmaba, como, por cierto, si han hecho otros que, más o menos, decían lo mismo que Unión de Uniones -que el documento iba en buena línea, pero que había que profundizar y concretar varias medidas- pero para los que, en cuanto firmó Unión de Uniones, el documento paso a ser toda maldad pura, sin un ápice de bondad.

También tuvimos en cuenta que una parte importante de la oferta se refería a medidas de flexibilización de la PAC sobre las que los agricultores necesitan certidumbre ya mismo, porque afectan a la solicitud de este año y vamos con el calendario muy, muy avanzado.

¿Tanto hemos logrado? Bueno, lo que han logrado los agricultores y ganaderos con su movilización es quebrantar el inmovilismo del Ministerio. Donde antes no se podía hablar de simplificar la PAC o aplazar el CUE ahora hay una flexibilización que se va a aplicar ya en algunos casos y en otros tan pronto como es posible, que es para 2025. Flexibilización en muchos casos que alivia exigencias ambientales sobre las explotaciones. Donde antes no se podía tocar la Ley de la Cadena Alimentaria porque, según el Ministro, era la envidia de toda la UE; ahora se reconoce que tiene fallos y que hay que reforzarla. Donde antes solo se miraba nuestro potencial exportador; ahora se pone la vista también en el control y seguimiento de las importaciones. Y donde antes había un corralito de representatividad, habrá un sistema abierto para que pueda incorporarse cualquier organización que con unos criterios objetivos y democráticos acredite tener en el campo un respaldo suficiente. Esto por poner el acento en aquellas cuestiones que han sido el eje de nuestra tabla reivindicativa.

Hay otras preguntas que también pueden hacerse ¿se podía mantener indefinidamente la presión de las movilizaciones y las tractoradas? ¿en las presentes circunstancias, alguien, alguna otra organización, alguna plataforma, habría podido ahora mismo subir la apuesta en el documento? Sinceramente, creemos que no.

Lo que sí puede que pase es que, lo mismo que hay quien no ha firmado porque ha firmado Unión de Uniones y así intentar justificar su errores; están también los más críticos con el documento, los más cafeteros, que no firmarían nunca, en ningún caso, hasta que alguien baje de no sabemos dónde y derogue la Agenda 2030 y tabique las fronteras. Desde luego, esos no nos han condicionado.

Unión de Uniones somos conscientes del esfuerzo que han hecho los agricultores y ganaderos. Han hecho el trabajo que tocaba y lo han hecho inmejorablemente bien, pero ahora necesitan volver con sus tractores a la faena del campo y que, de la segunda parte de la tarea, la de seguir apretando en las mesas, nos ocupemos nosotros y en esto estamos.

P.- De lo que se conoce del acuerdo firmado con el Ministerio, da la impresión de que han logrado conseguido más como organización (sentarse en las mesas, elecciones agrarias en un año,…) que como representantes del campo…

“A UNIÓN DE UNIONES SE LE HA NEGADO SIEMPRE EL PAN Y LA SAL, PERO NOS HEMOS GANADO A PULSO LA LEGITIMIDAD DE REPRESENTAR A NUESTROS ASOCIADOS”

R.- Unión de Uniones se constituyó en 2008, impulsada por algunas organizaciones que son referentes históricos en sus territorios. Desde entonces hemos venido reclamando la democracia en el campo y defendiendo el derecho de los miles de agricultores y ganaderos que nos han votado donde ha habido elecciones y de los miles de nuestros socios que no han podido votar, a que les represente su organización en las mesas. Es evidente que para nosotros es básico abrir una representatividad, que ha sido un coto cerrado a cal y canto, para que cualquier organización que se gane la confianza de los agricultores pueda participar en el marco de interlocución institucional. Ni lo hemos ocultado, ni teníamos por qué hacerlo, ni entenderíamos que ahora se nos recriminase. Estaba en la primera línea de nuestra tabla reivindicativa y ha sido una reivindicación que hemos mantenido en nuestras movilizaciones. A Unión de Uniones se le ha negado siempre el pan y la sal, pero nos hemos ganado a pulso la legitimidad de representar a nuestros asociados y reto a cualquiera a que me diga que no es así.

Al final, eso que de que “da la impresión de que se ha conseguido más como organización que como representantes del campo” es una forma curiosa de ver las cosas. Como organización profesional agraria ¿tenemos alguna otra función más importante que la de representar al campo? Cuestión distinta es como se ejerza esa representación y que el sistema permita que quien no la ejerza con honestidad, con diligencia y con profesionalidad, tenga que dar cuenta periódicamente, no al Ministro o Ministra de turno, sino a los agricultores y ganaderos, y que éstos nos puedan renovar esa representación o mandar a casa cuando quieran.

Después de tantos años reclamando esto, no vamos a renunciar a ello, si además viene acompañado de una serie de medidas, que ninguna de ellas es negativa para el sector sino al contrario, y ello nos permite negociar las mejoras que queramos introducir y seguir defendiendo en las mesas lo mismo que hasta ahora veníamos defendiendo fuera y bajo nuestros mismos principios.

“NO TENEMOS INTENCIÓN, NI CAPACIDAD DE FORZAR A NADIE A SEGUIR EN UNA ORGANIZACIÓN EN LA QUE, POR LAS RAZONES QUE SEAN, NO ESTÁ A GUSTO”

P.- Un acuerdo que ya les ha costado, cuanto menos, el enfado de la Unión de Castilla-La Mancha, que amenaza con irse de la organización a nivel estatal. ¿Están pagando un precio muy caro por ser reconocidos como una organización agraria a nivel nacional?

R.- La Unión de Castilla-La Mancha, que tiene una estructura muy modesta y con muy pocos medios -precisamente porque no se la considera representativa y porque los ingresos por afiliación no les dan para mucho- está realizando un trabajo y una labor reivindicativa impresionante desde hace bastante tiempo.

Creo sinceramente que en Unión de Uniones hemos trabajado bien, también en este fase más reciente. Los compañeros de la Unión de Castilla-La Mancha lo saben. Conocen perfectamente la trayectoria en estos años de las uniones que formamos esta organización porque la hemos recorrido todos juntos, desde la independencia siempre y sin más condicionantes que la defensa de los profesionales del sector. Seguramente esto debería poder darle a Unión de Uniones el suficiente crédito para que en cualquiera de sus organizaciones se sienta cómodos y bien representados, dentro de la pluralidad, que es uno de nuestros principios.

Dentro del Pleno, las uniones vamos a tratar de explicarnos mejor nuestras posiciones y opiniones unas a otras y de cerrar fisuras hasta donde se pueda a base de diálogo y, sobre todo, de mantener el mismo modelo reivindicativo valiente e independiente que hasta ahora… exactamente el mismo.

Sin embargo, al final, en Unión de Uniones está quien quiere estar. Nos apenaría que Unión de Castilla-La Mancha decidiera emprender otro camino, porque estoy convencido de que los agricultores y ganaderos de Castilla-La Mancha por quien mejor defendidos van a estar es por Unión de Uniones; pero no tenemos intención, ni capacidad de forzar a nadie a seguir en una organización en la que, por las razones que sean, no está a gusto; de la misma manera que tampoco tenemos porque permitir que se pongan el solfa la honorabilidad de la organización o de sus miembros.

“DESDE QUE LA AICA SE HIZO CARGO, SE HAN IMPUESTO 3.700 SANCIONES, NI UNA DE ELLAS HA ESTADO RELACIONADA CON QUE EL PRECIO NO RESPETE LOS COSTES EFECTIVOS”

P.- Al margen de cuestiones internas, tampoco se les ha oído demasiado defender esas 43 medidas del Gobierno. ¿Son un mal menor o realmente son medidas que necesita el campo español para salir de la crisis?

R.- El documento contiene medidas que era necesario tomar, fundamentalmente todas aquellas que van a facilitarle el trabajo a los agricultores y ganaderos en la aplicabilidad de los eco-regímenes, las ayudas asociadas y la condicionalidad de las ayudas directas. También con la flexibilización o el aplazamiento de algunas otras normas.

Luego contempla la intencionalidad del Ministerio de defender en los foros que corresponda temas importantes como los de las cláusulas espejo o abrir algunos melones como el de los seguros agrarios y la cadena alimentaria. En este último asunto quiero referirme a la posibilidad que se contempla y que necesitará de una reforma legal, para que las organizaciones agrarias podamos presentar denuncias por incumplimiento de la Ley de la cadena de forma colectiva y anonimizada. Desde que la AICA se hizo cargo de esta competencia se han impuesto 3.700 sanciones, ni una de ellas ha estado relacionada con que el precio no respete los costes efectivos, porque los agricultores y ganaderos tienen miedo de denunciar. Con esa medida se abre una vía que puede ser determinante para que la ley empiece a respetarse y desde luego es una vía que Unión de Uniones va a usar.

El documento, y así lo tiene firmado el Ministerio, es un documento abierto y nuestra organización ya tiene preparadas las propuestas que va a presentar, que tienen que ver con mejoras puntuales en algunas de las medidas que se plantean, en la forma de desarrollar el resto y también en intentar colocar nuevas medidas que afectan al Ministerio de Agricultura, pero también a otros.

Esta firma no es para la organización ninguna renuncia a nada, ni a rescatar el seguro agrario, ni a sacar el lobo del LESPRE, ni a revisar los protocolos de sanidad animal, ni al contrato eléctrico de doble tarifa para el regadío, ni a contar con una Ley de gestión de la fauna silvestre para prevenir los daños a la agricultura y la ganadería; ni por supuesto a tener una regulación de la cadena alimentaria que proteja mejor a los agricultores y ganaderos. Eso y bastantes medidas más que hasta ahora Unión de Uniones ha venido defendiendo fuera de la interlocución oficial, lo va a seguir peleando en las mesas de negociación en las que ahora entra.

Y todo aquello que no se consiga en las mesas, seguiremos tratando de impulsarlo, como siempre hemos venido haciendo a través de las Cortes. De hecho, hay varias medidas; como rebajar el IVA de los inputs, aumentar la devolución del IEH, una ayuda directa para olivar y viñedo o dejar fuera del CUE y de la Ley de Desperdicio Alimentario al 80 o el 90 por ciento de las explotaciones agrarias que se van a debatir en Congreso y Senado en las próximas semanas. Y tenemos otra proposición para reformar la cadena alimentaria, que está pendiente de calificación, y que es inspiración de Unión de Uniones.

«LO QUE SE HA FIRMADO CON EL MINISTERIO NO ES UN ACTA MATRIMONIAL. SON 43 MEDIDAS, CONCRETAS, QUE QUEREMOS MEJORAR»

P.- En junio hay elecciones europeas, a nivel nacional nunca se sabe qué puede pasar,… ¿confía realmente que las instituciones europeas o incluso el Gobierno español cumpla todas las promesas hechas hasta ahora o habrá que volver a salir a la calle dentro de unos cuantos meses?

R.- A las instituciones europeas los agricultores y ganaderos les hemos enviado un mensaje claro y parece que han reaccionado, aunque sea de una forma tímida y dando una de cal, como la suspensión de los expedientes de fitosanidad sostenible y prohibición de jaulas, y otra de arena, los de restauración de la naturaleza y emisiones industriales. Lo que pase en las elecciones no dependerá solo de los agricultores y ganaderos, porque, además, los agricultores y ganaderos no somos un bloque identitario y podemos votar cada uno por motivaciones que pueden trascender mucho de nuestra profesión.

Lo que nosotros tenemos claro es que sea cual sea la formación del arco parlamentario vamos a seguir presentando nuestras propuestas y manteniendo que es fundamental para todos, no solo para los que nos dedicamos a esto, defender nuestro modelo agrario, que es el más garantista del mundo en cuanto a calidad, trazabilidad, seguridad, sostenibilidad e incluso, desde el punto de vista ético con temas como la condicionalidad social y el bienestar animal. Y a quienes voten en contra de la defensa de ese modelo, sin duda se lo vamos a recriminar en las reuniones, en los medios de comunicación y en las calles cuando sea necesario si todo lo demás falla, como lo hemos hecho siempre.

Lo que se ha firmado con el Ministerio no es un acta matrimonial. Son 43 medidas, concretas, que nosotros queremos mejorar, que van acompañadas de la reforma de la representatividad, y que vamos a trabajar para que se materialicen, desde la interlocución institucional, cosa que hasta ahora se nos había negado, y si no se consigue, efectivamente, le haremos presente al sector que vuelve a ser necesario movilizarse. Ni estas movilizaciones han sido las primeras que hemos vivido y el campo ha protagonizado, ni, por desgracia, serán las últimas.

“LA UNIDAD DEL CAMPO NO SIGNIFICA QUE TODAS LAS ORGANIZACIONES SEAMOS IGUALES Y TODAS DEFENDAMOS LO MISMO”

P.- Pase lo que pase en el futuro, la Unión de Uniones a nivel regional se ha consolidado en muchas CCAA como la segunda fuerza agraria de España. ¿En qué se diferencian del resto de organizaciones como para reclamar tener una voz propia?

R.- En estas manifestaciones desde algunos ámbitos se ha hecho un clamor sobre la unidad del campo, una unidad que, por cierto, algunos dicen que se ha roto con la entrada de Unión de Uniones y que antes usaban como arma para excluirnos. Pero la unidad del campo no significa que todas las organizaciones seamos iguales y todas defendamos lo mismo. Nosotros tenemos un foco claro de nuestra actuación, que es el agricultor y ganadero profesional. Eso nosotros lo ponemos en nuestros escritos que van al Ministerio y lo peleamos, por ejemplo, de manera insistente en el proceso de diseño del PEPAC.

Ese es un hecho diferencial, pero hay otros que nos distancian de otras como el que no pertenecemos orgánicamente a patronales o sindicatos, como si sucede con ASAJA con la CEOE o con UPA y la UGT. Creemos que no podemos estar allí donde se defienden intereses contrarios a los de los agricultores y ganaderos. De la misma manera, Unión de Uniones no tiene ningún tipo de filia política y cuando presentamos nuestras propuestas lo hacemos a todo el espectro político y nuestro mensaje es el mismo para todos ellos.

Pero, además, no se puede olvidar, sobre todo ahora que el tema de nuestra representatividad es tan discutido, que las organizaciones, grandes organizaciones, como la Unión de Campesinos de Castilla y León, la Unió de Pagesos o la Unió Llauradora, fundadoras, junto con otras, de la Unión de Uniones, ya tenían representatividad y que renunciaron a ella para no tener que renunciar a sus principios. Unión de Uniones surge, precisamente, por su inconformismo, por querer salvaguardar su independencia frente a las presiones que había para que nos posicionásemos a favor de una determinada línea política. Hemos pagado el precio de esa independencia durante todos estos años gustosamente y, al final, nuestro trabajo ha obligado a reconocer que no se puede negar la realidad del campo. La diferencia está en que nuestra representatividad no nos la ha regalado ni antes, ni ahora, ningún ministro. Nos la hemos ganado en las urnas allí donde ha habido elecciones y con coherencia y dedicación al sector allí donde nos las ha habido. Y es lo que vamos a seguir haciendo.

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