La crisis en el campo no es patrimonio de España, porque en todas partes cuecen habas. El número de explotaciones agrícolas en Francia se ha reducido en un 21% en 10 años, para quedar en 389.000, y una de las consecuencias de esa evolución ha sido el aumento de la superficie media cultivada, ya que lo que desaparecen son las pequeñas explotaciones..

El Ministerio de Agricultura publicó este viernes un censo decenal que pone en evidencia que las explotaciones han pasado a una media de 69 hectáreas en 2020, lo que significa un 25% más que en 2010.

La superficie agrícola total se ha mantenido relativamente estable, con un ligero descenso del 1% a 26,7 millones de hectáreas, a pesar de esa desaparición de los explotaciones agrícolas en Francia.

Para el ministro, esta cifra no refleja la realidad de la calidad de la producción agrícola, que va en aumento. «La primera lección [de este estudio, nota del editor] muestra cómo la agricultura francesa es de calidad. Medimos todas las granjas que producen productos bajo la etiqueta. Están aumentando. Más de una de cada tres granjas están bajo etiqueta», dijo. «En el espacio de cinco años duplicamos la superficie orgánica de nuestro país. El censo muestra que está anclado en los territorios», prosiguió.

El sector se ha envejecido como lo muestra que el pasado año un 58% de los agricultores que estaban al frente de una explotación tenían más de 50 años, seis puntos porcentuales más que en 2010.

El ministro de Agricultura, Julien Denormandie, se esforzó por su parte en destacar otras evoluciones señaladas por el censo, como el hecho de que en cinco años se ha duplicado la superficie dedicada a la agricultura ecológica.

«Nuestra agricultura es la más sostenible del mundo», subrayó Denormandie en una entrevista a la emisora Europe 1, donde defendió las ambiciones del plan Francia 2030, que prevé una inversión de 4.000 millones de euros para modernizar la agricultura francesa que quiere impulsar.

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