Los ministros europeos de Agricultura tienen prisa y por eso van a presionar desde esta misma semana a el Conejo de Europa, el Palamento Europeo y a la propia Comisión para intentar cerrar de aquí a junio un acuerdo sobre la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) que regirá el campo europeo entre 2023 y 2027.

La ministra de Agricultura portuguesa, Maria do Céu Antunes, cuyo país preside la UE este semestre, dijo al término de un Consejo de Ministros europeos que confía en que se pueda lograr el «acuerdo final» en los próximos meses, porque un aplazamiento «conllevaría dificultades» y hace falta «un marco predecible para los agricultores».

En la reunión de titulares de Agricultura y Pesca del 22 y 23 de marzo se habló de los tres reglamentos que completan la reforma: el de los Planes Estratégicos nacionales, el de la organización común de mercados y la regulación sobre la financiación de las ayudas.

Y como muestra de que tienen prisa y para dar un fuerte impulso a las negociaciones, este viernes tendrá lugar en Bruselas una reunión entre representantes del Consejo (países), Parlamento Europeo y la Comisión, explicó la ministra.

«Todos somos conscientes que en una negociación como ésta todas las partes deben ceder», advirtió la ministra. Por su parte, el comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski, confió en que las negociaciones puedan finalizar en mayo.

«Tras la reunión soy mucho más optimista. Creo que lograremos el acuerdo, que está al alcance de la mano», dijo el comisario.

Según indicó, las propuestas de compromiso sobre los reglamentos «han contado con un amplio respaldo de los estados miembros» y el ambiente de trabajo es «muy bueno»

«Estoy convencido de que podremos presentar el acuerdo final en mayo», dijo.

A finales del pasado año tanto los países como la Eurocámara acordaron su posición negociadora sobre la PAC, una política a la que la UE destinarán cerca de 390.000 millones de euros del presupuesto europeo.

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