El Departamento de Agricultura de la Generalitat catalana ha informado de que el pasado 4 de septiembre confirmó un caso de virus del Nilo occidental en un caballo en Amposta (Tarragona), el que sería el primer caso en Cataluña este año. Se trata de un potro sin síntomas de la enfermedad, al que no obstante se le han detectado anticuerpos frente al virus y que no había sido vacunado previamente. Se teme que aparezcan más casos del virus del Nilo en caballos. El animal tampoco se había movido fuera de territorio catalán recientemente, lo que confirmaría que la infección se produjo en la zona de la comarca del Montsià.

Este suceso se suma a los casos de virus del Nilo en caballos aparecidos ya en Huelva y Jerez de la Frontera (Cádiz), así como al anuncio de la Dirección General de Agricultura y Ganadería de la Junta de Extremadura, que comunicaba a la Red de Alerta Sanitaria Veterinaria (RASVE) del Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación dos casos positivos de fiebre del valle del Nilo en caballos, en las localidades pacenses de Guareña y Santa Amalia.

En el caso catalán, el virus fue detectado por el programa de vigilancia del virus del Nilo occidental en animales que lleva a cabo el Servicio de Prevención en Salud Animal del Departamento de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (DARP) y el IRTA, en coordinación con el Departamento de Salud de la Generalitat.

Los análisis, que se realizaron en el Centro de Investigación en Sanidad Animal (CReSA) del Instituto de Investigación y Tecnología Alimentaria (IRTA), se confirmaron posteriormente por el laboratorio central de veterinaria de Algete (laboratorio de referencia) y notificado por la Red de Alerta Sanitaria Veterinaria (RASVE) del Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación.

El caso del potro de Amposta se detectó por el método de vigilancia activa del programa de vigilancia, gracias a la participación de los veterinarios clínicos de équidos que colaboran.

En la vigilancia activa se toman muestras de caballo sin síntomas, pero también se hace la vigilancia pasiva con los equinos que tienen síntomas sospechosos.

(Fotos: Archivo)

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