El Tribunal General de la Unión Europea estimó este miércoles 29 los recursos del Frente Polisario contra el acuerdo entre la Unión Europea y Marruecos que mantuvo preferencias arancelarias comunitarias a los productos de origen agrarios marroquís. Sin embargo, la Unión Europea y Marruecos anuciaban pocas horas después que tomarán «las medidas necesarias» a fin de «asegurar el marco legal que garantice la continuación y estabilidad de sus relaciones comerciales», después de la decisión hoy del Tribunal General de la UE sobre los acuerdos agrarios y de pesca entre ambos.

En una declaración conjunta, el alto representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, y el ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Naser Burita, responden de esta manera al fallo del tribunal, que estima los recursos del Frente Polisario pidiendo la anulación los acuerdos agrarios por incluir en ellos el Sahara Occidental.

«Seguimos plenamente movilizados para continuar la cooperación entre la Unión Europea y el Reino de Marruecos, en un clima de serenidad y compromiso», indica el comunicado conjunto, con el fin, añade, de «consolidar la asociación de prosperidad compartida euro-marroquí, lanzada en junio de 2019».

Para ello, anuncia que la UE y Marruecos continuarán trabajando «para desarrollar las múltiples dimensiones de esta alianza estratégica» y lo harán «en el mismo espíritu de movilización, de coherencia y de solidaridad».

Borrell y Burita afirman que esta «asociación igualitaria» está asentada «en una sólida relación bilateral, basada en la confianza y el respeto mutuo, entre el Reino de Marruecos y la Unión Europea».

La nota conjunta se produce después de que el tribunal europeo estimara los recursos del Polisario contra los acuerdos agrarios entre la UE y Marruecos que mantuvo preferencias arancelarias comunitarias a los productos de origen marroquí, y contra su acuerdo de colaboración de pesca sostenible.

Sin embargo, la corte decidió mantener los efectos de esas decisiones durante «un cierto período de tiempo», con el fin de «preservar la acción exterior de la Unión y la seguridad jurídica de sus compromisos internacionales».

El tribunal consideró que en la medida en que los acuerdos se aplican al Sahara Occidental, así como a las aguas adyacentes a este, afectan al pueblo de dicho territorio y requerían que se obtuviera su consentimiento.

COAG EXIGE LA PARALIZACIÓN INMEDIATA DE LOS ACUERDOS AGRÍCOLAS ENTRE MARRUEOS Y LA UE

Por su parte, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha exigido a las instituciones comunitarias la paralización inmediata del acuerdo agrícola UE-Marruecos hasta que se asegure que las producciones procedentes del Sáhara Occidental no quedan camufladas como importaciones marroquíes. Se trata de evitar que se introduzcan en el mercado comunitario productos agrícolas cultivados en los territorios del Sáhara Occidental como si fueran de Marruecos, tal y como se realiza hasta el momento.

COAG ha denunciado en reiteradas ocasiones que el Acuerdo de libre comercio agrícola UE-Marruecos vulneraba la legislación europea sobre comercialización de frutas y hortalizas frescas al limitar la capacidad de los consumidores para discernir claramente si un producto etiquetado como originario de Marruecos procede de este Reino, o bien procede del Sáhara Occidental.

De hecho, recientemente se presentaba un informe de investigación[1] por la ONG Mundubat y COAG en el que se desvelaba cómo cinco grandes grupos empresariales, algunos participados por Mohamed VI y el futuro presidentes del país y hasta ahora ministro de Agricultura de Marruecos, explotan tierra fértil de los territorios ocupados del Sáhara Occidental para crear uno de los mayores centros de producción de tomate a nivel mundial, a costa de los saharauis y los agricultores del sudeste español.

[1] “Derechos Humanos y empresas transnacionales en el Sáhara Occidental: el caso del tomate” https://www.mundubat.org/proyecto/estudio-sobre-la-produccion-de-tomate-en-la-region-de-dakhla/

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