El sinsentido de la política en España se ha visto reflejado en la polémica sobre las macrogranjas. En Andalucía la derecha rechazaba en el Parlamento  implantar una moratoria para paralizar la implantación de nuevas «macrogranjas» y la ampliación de las ya existentes, mientra que en Cataluña era la izquierda (que gobierna) la que rechazaba la misma moratoria con los votos del PSC, ERC y JxCat.

El Parlamento de Andalucía, con los votos de PP, Cs y Vox, ha rechazado una iniciativa de Unidas Podemos (con el apoyo del PSOE) en la que se pedía que se instara a la Junta a establecer una moratoria para paralizar la implantación de nuevas «macrogranjas» y la ampliación de las ya existentes.

Sí ha salido adelante en la Cámara andaluza con los votos de UP y PSOE y la abstención de PP y Cs un punto de la iniciativa para que se inste al Gobierno de España a desarrollar un marco normativo que proteja a los ganaderos frente a las empresas integradoras y que se verifique que se cumplen las normas de calidad para trabajadores y animales.

CATALUÑA APRUEBA PRÁTICAMENTE LO MISMO PERO CON LOS VOTOS DE LA IZQUIERDA

Y dentro de este sinsentido, el pleno del Parlament ha rechazado con los votos de PSC, ERC y JxCat una moratoria en la instalación de nuevas macrogranjas en Cataluña, que se contemplaba en una moción de En Comú Podem (ECP) que sólo ha contado con el apoyo de la CUP.

La moción ha sido solo aprobada parcialmente, y los puntos con más trascendencia, como el que preveía una moratoria en la instalación de macrogranjas, han sido desestimados porque los dos partidos del Govern, ERC y JxCat, han votado en contra y también lo ha hecho el PSC y otros grupos menores.

Ha defendido la moción el diputado de En Comú Podem Lucas Silvano Ferro, y de ella sí que ha prosperado un punto en el que se insta al Govern a aprobar un decreto que regule «una ordenación ganadera que fije los límites a las macrogranjas».

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