El sector tabaquero se concentrará el próximo martes, 30 de abril, en Madrid para exigir en esta campaña la utilización excepcional del dicloropropeno, un desinfectante de suelo, porque, advierten, su prohibición supone «una grave pérdida de producción» y una «discriminación» frente a los competidores directos europeos.

Convocada por UPA-UCE  Asaja Extremadura y Cooperativas Agroalimentarias de Extremadura, la movilización tendrá lugar a partir de las 10.00 horas a las puertas del Ministerio de Agricultura para exigir al titular de esta cartera, Luis Planas, que revierta una medida que «pone en jaque» la economía del norte de la provincia de Cáceres, donde se concentra el 98% del cultivo del tabaco en España y del que viven más de 20.000 familias.

De ello han informado en rueda de prensa este viernes en Mérida los responsables de estas tres organizaciones en la región: Ignacio Huertas, Ángel García y Ángel Pacheco, respectivamente, acompañados de Rubén Martín, en representación de la Organización Interprofesional del Tabaco, quienes han hecho un llamamiento a la participación masiva en esta protesta de todo el sector tabaquero.

Al mismo tiempo, han pedido a los Ministerios de Agricultura y de Sanidad, así como a la Consejería de Salud extremeña, que aporten soluciones a los problemas de un sector que atraviesa una situación «muy complicada» y de cuya importancia dan fe datos como los 3.300 millones que aporta al PIB, los 53.000 empleos que genera a nivel nacional y los 9.000 millones que aporta a las arcas del Estado cada año.

Huertas ha detallado que, ante la prohibición del dicloropropeno, la única alternativa que se ofrece, el metam sodio, es «mucho menos efectiva» y necesita además unas condiciones específicas para poder tener cierta efectividad -unas temperaturas altas y bajo grado de humedad- que no se dan en esta campaña.

Además, provoca una «discriminación» con los competidores directos europeos, que son los productores italianos, a los que sí se les ha permitido utilizar dicloropropeno de forma excepcional esta campaña, con lo que se produce una «competencia desleal».

EL ENVASADO GENÉRICO DE LAS CAJETILLAS EN FRANCIA NO SOLO NO SE HA REDUCIDO EL SINO QUE HA HABIDO UN INCREMENTO DEL 30% DEL TABACO ILEGAL

También ha alertado de las consecuencias de un envasado genérico de las cajetillas como contempla el Plan Integral del Tabaquismo, a cuyo contenido global las organizaciones profesionales agrarias no se oponen pero sí exigen que se cuente con la opinión del sector tabaquero a la hora de evaluar el impacto de las medidas en el cultivo.

Al respecto, los dirigentes agrarios han indicado que esta medida va a provocar que las industrias acaben comprando el tabaco en cualquier otra parte del mundo «sin garantía alguna» frente al tabaco extremeño que está «certificado con criterios agroambientales» y de «mayor calidad», a la vez que se va a producir un importante aumento del tabaco ilegal.

En este sentido, han subrayado el «fracaso» de esta medida en Francia, donde el envasado genérico no solo no se ha reducido el consumo , como «ha reconocido el propio gobierno» galo, sino que ha habido un incremento del 30% del tabaco ilegal, que no paga impuestos y que no tiene ningún tipo de control sanitario.

El presidente de Asaja Extremadura ha pedido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, una vez que finalice su «retiro espiritual», que «deje de castigar a Extremadura, en este caso al sector del tabaco», y dé orden a Planas para que «aumente de 43 a 44» su paquete de medidas de apoyo al sector agrario.

Ángel García ha criticado también que se apueste «por el cáñamo como cultivo sustitutivo»: «es decir, cambiamos el cigarrito por el porrito… parece ser que a esta ministra de Sanidad lo que le importa debe ser la marihuana», y ha recalcado el «agravio comparativo» que se da a Extremadura: «si el cultivo estuviese en Cataluña otro gallo cantaría».

Por parte de Cooperativas Agro-alimentarias, Pacheco ha señalado el «tremendo esfuerzo» realizado por el sector en los últimos años con «el compromiso con la sostenibilidad no solo económica sino también medioambiental», con unas prácticas que son «absolutamente compatibles con las nuevas exigencias de la Unión Europea».

Y ha censurado que la prohibición de utilizar el dicloropropeno se produce en un momento en que «no existe una alternativa viable».

Rubén Martín ha explicado que de acuerdo a un estudio de la Junta y CETARSA, en el primer año la disminución de producciones es del 25%, pudiendo alcanzar el 100% en el segundo y tercer año, dependiendo del tipo de suelo», lo que se traduce que «en dos años desaparece el cultivo del tabaco».

Así, si se producen 3.500 kilos por hectárea de la variedad virginia, en el primer año se podría bajar a 2.500 kilos, que fue la cantidad que ya hubo el pasado año con una autorización excepcional «muy restrictiva».

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