El Departamento de Agricultura de la Generalitat catalana (DARP) ha anunciado a la Mesa Sectorial de la Viña y el vino que había trasladado a Enesa la demanda de la organización agraria a las aseguradoras, puesto que entiende que se podría clasificar el hongo que está asolando este año las viñas catalanas, dentro del concepto de riesgo climatológico. JARC había comunicado al Departamento que excluir esta enfermedad del seguro supone un agravio comparativo para los daños del mildiu en Cataluña respeto otras regiones del sur de España.

Los daños ocasionados por el mildiu no son asegurables en el Norte de la Península, pero en cambio, Agroseguro y Enesa sí que ofrecen una cobertura total por esta causa en otras Comunidades Autónomas como Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura, Islas Baleares, Madrid, Murcia y València. Desde JARC, entienden que el cambio climático está afectando el clima mediterráneo y se tendría que adaptar las líneas y coberturas del seguro de la viña a estas nuevas circunstancias del mildiu en Cataluña.

JARC solicitó al DARP y al INCAVI que efectuaran un informe y valoración de la afectación del mildiu al cultivo de la viña y las pérdidas de producción de uva que esto comporta, teniendo en cuenta las circunstancias de esta campaña, sobre todo la ecológica. Este documento servirá para poder acreditar la necesidad de qué sea también un daño asegurable en Cataluña.

El informe que está elaborando el Departamento de Agricultura (del periodo del 30 de abril al 6 de mayo de 2020) revela, según expusieron en la reunión de la Mesa Sectorial de la Viña, que se ha producido una gran afectación del hongo este año, especialmente a la zona del Penedès, y con más intensidad a la producción ecológica, que JARC estima que se traducirá en una pérdida del 50% de la producción de uva ecológica.

El exceso de humedad provocado por las lluvias, combinado con altas temperaturas, ha sido el caldo de cultivo perfecto para que proliferara el mildiu a las viñas de Alt y Baix Penedès, Priorat y Girona. En la Conca del Barberà, Terra Alta y en la zona del Vall del Corb, también se han detectado las primeras apariciones de este hongo a las hojas de algunos cultivos. La peculiar climatología de esta primavera ha sido la causa de que a pesar de que los viticultores han efectuado las prácticas de control y tratamientos preventivos, haya crecido rápidamente su afectación. Los daños han asolado, en algunos casos, hasta un 100% de las parcelas. La situación ha sido especialmente crítica para los viticultores ecológicos, que recordemos que representan el 34% de la producción vitivinícola en Cataluña, dado que se ven limitados a la hora de tratar la enfermedad.

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