El pulso que los almendricultores de la cooperativa COATO llevan varios meses manteniendo para cobrar lo que consideran un precio justo de la campaña de 2016 puede acabar con su explusión y sin cobrar lo que reclaman. Un grupo de socios mayoritarios, procedentes en su mayoría de la sección hortofrutícola, plantea decidir en una asamblea extraordinaria en diciembre una serie de medidas disciplinarias, que pueden llegar hasta el expediente de expulsión para aquellos miembros que, según su opinión, «han menoscabado la imagen de la entidad», así como aquellos otros que no hayan entregado su cosecha de la presente campaña.

Por contra, y come medida de ‘gracia’, la gerencia de la cooperativa ha informado de que el Consejo Rector de Coato, a petición de la Comisión de la Almendra, ha cerrado una propuesta con medidas legalmente viables, dirigidas a casi el millar de socios que aportaron producto en el ejercicio 2016, ofreciéndoles un anticipo sin intereses con la finalidad de que puedan afrontar inversiones realizadas y solventar las posibles dificultades económicas.

Piden que se expulse a los que reclamaron y a los que aún no han entregado su almendra

Los socios de la sección hortofrutícola de la cooperativa (brócoli, lechuga, uva y otros productos), que representan el 80% de la facturación total de la sociedad, son quienes abanderan la petición de medidas disciplinarias. Así lo expusieron durante una reunión con la cúpula directiva, presidida por José Luis Hernández, para analizar el inicio y las perspectivas de la nueva campaña que empezó recientemente. En dicho encuentro se analizó, precisamente, la situación generada tras la última campaña de la almendra, según recoge Zenón Guillén en laverdad.es.

La mayoría de los asistentes a ese encuentro mostraron también su rotunda oposición a que se haga uso de los fondos de reserva de Coato para hacer una liquidación complementaria a la realizada. A la vez, esos mismos socios reclamaron a la dirección que «proceda a adoptar de inmediato las acciones que permitan las leyes y los estatutos frente a los socios o personas que están generando un descrédito a la cooperativa», afectando directamente a la reputación de sus 38 años de trayectoria, así como a «la situación de miles de familias, entre trabajadores y cooperativistas, que tienen en Coato su exclusiva o principal fuente de ingresos».

Desde la entidad, informan también de que este grupo de socios, que representan a unos 700 miembros y suponen más del 60% de la facturación de la cooperativa, han solicitado la celebración de la mencionada asamblea para requerir la adopción de las medidas disciplinarias previstas en los estatutos contra quienes no han entregado su cosecha este año, «en la que se ha superado ya en un 25% la cantidad recogida el año anterior, a pesar de las presiones».

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