Durante esta semana, y tras las reuniones bilaterales que siguieron a la última reunión del Consejo de Ministros de Agricultura de la Unión Europea, va a proponerse como último intento un documento para el acuerdo sobre el texto base para tratar de salvar las diferencias que impiden la aprobación del Reglamento de Producción Ecológica. El sector ecológico español prefiere que se siga trabajando el texto, antes que aprobarlo con las actuales deficiencias, según señala Ecovalia en una nota.

Tras un sinfín de debates y reuniones en Trílogo, en el último Consejo Europeo de Agricultura celebrado el pasado 12 de junio, con aún 10 países en contra de llegar a un acuerdo con la propuesta de texto del Reglamento de Producción Ecológica, la Comisión Europea y la Presidencia maltesa han mantenido reuniones bilaterales con los distintos estados miembros para revisar el documento y proponer un nuevo texto de acuerdo. Este nuevo texto será remitido durante esta semana para que pueda someterse a votación el próximo lunes, 26 de junio, en la reunión del Comité Especial de Agricultura.

Ecovalia insiste en que «el acuerdo sobre el nuevo texto no debe hacerse a cualquier precio»

Respecto a la primera propuesta planteada por la Comisión Europea en abril de 2014 existen grandes diferencias, según Ecovalia, que insiste en que «si tenemos en cuenta todo lo descrito en la última versión, pero aún es necesario que sean depuradas incoherencias técnicas que pueden crear situaciones de indefensión legal y que se llegue a un acuerdo sobre temas de conflicto que aún no están cerrados (gestión de incumplimientos en los casos de residuos, detalles sobre el sistema de control, uso de las “demarcated beds”, etc…)».

El sector ecológico, que ha estado desarrollándose mucho y bien durante los últimos 26 años se merece un buen reglamento que ayude a adaptarse a las innovaciones que surgen dado su dinamismo y que le haga llegar al máximo de su potencial, contribuyendo a las necesidades de la sociedad».

Sin embargo, Ecovalia insis te en que «el acuerdo sobre el nuevo texto del Reglamento de Producción Ecológica no debe hacerse a cualquier precio. Mantener la situación que existe actualmente, en la que las reglas ante las no conformidades dependen del país o de la región en la que nos encontremos, es algo que está perjudicando sobre todo a las zonas productoras como España. Debilitar el sistema de control y poner en riesgo la trazabilidad no ayuda a generar confianza en los consumidores».

Finalmente defiende que la evolución del sector ecológico está muy relacionada con este reglamento, por lo que, «si fuese necesaria una presidencia más para lograr un texto adecuado, sería un mal menor en comparación con lo que supondría aprobar un texto inadecuado. Las cuestiones más espinosas han sido empujadas hacia el final del proceso y es de ley el dedicarles el esfuerzo necesario para lograr un buen resultado».

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