Los precios de la tierra agrícola ralentizarán su crecimiento en 2024, con aumentos de un sólo dígito o, incluso, permaneciendo estables, frente a los incrementos a doble dígito de años anteriores que llegaron a doblar su precio, según han señalado a Efeagro fuentes de la consultora CBRE.

El precio de la tierra está altamente influenciado con la capacidad de producir ciertos alimentos que tiene un determinado terreno y esta capacidad se ha visto afectada por eventos climatológicos puntuales, han añadido.

Otro agente del sector, la tasadora de fincas rústicas Tinsa, ha señalado a Efeagro que la reducción de las cosechas —mermadas por la sequía prolongada y la alteración de los patrones climáticos— ha derivado en un incremento del precio de los alimentos, pero no ha erosionado el valor del suelo.

En su último informe sobre 2023, Tinsa recoge que el valor del suelo ha aumentado «de forma moderada», a pesar de las condiciones climáticas y económicas adversas, y que estos incrementos se concentran en las fincas con acceso a agua y en los cultivos con posibilidades de transformación.

¿QUÉ MOTIVA QUE LOS PRECIOS SE MODEREN?

La inversión institucional (empresas, gestoras, bancos, etc.) en el sector agroalimentario ha crecido un 150% desde 2021, desde los 800 millones de euros de dicho ejercicio 2021 a los más de 2.000 millones de 2023, según CBRE.

Ahora, los inversores internacionales que han entrado en los últimos años al sector están moderando su «apetito» después de sus primeras inversiones que «los cultivos no dan la rentabilidad necesaria para justificar precios mucho más altos», ha explicado el líder de Agribusiness de CBRE para el sur de Europa, Manuel Valadas de Albuquerque.

Los agentes del sector están también preocupados por la inflación y la problemática del agua y el clima, según una encuesta de CBRE, cuyos datos hacen referencia a la tierra productiva agrícola y no a todos los terrenos rústicos, cuyos usos pueden ser más amplios.

«Vemos que esta moderación en los precios es normal y sana. Veníamos de una subida muy fuerte, a doble dígito y casi duplicando precios en 5 años en ciertas regiones. Cuando hay movimientos muy bruscos, las expectativas entre vendedor y comprador se desajustan. Una moderación permitirá casar expectativas y dar más liquidez al mercado», ha señalado Valadas de Albuquerque.

EL PRECIO POR HECTÁREA

Si bien el precio está muy influido por la localización, la calidad del suelo y la disponibilidad de agua, una tierra con una seguridad de agua está actualmente entre 25.000 y35.000 euros por hectáreas y, según el experto de CBRE, en 2024 «la subida debería ser de dígito único».

En algunas regiones de Andalucía, no obstante, la tierra alcanza más valor y puede llegar a 40.000 o 50.000 euros por hectárea, ha precisado Valadas de Albuquerque.

Los datos que maneja Tinsa, que proceden de las tasaciones de fincas rústicas con finalidad hipotecaria, dan cuenta de unos valores actuales de la tierra que abarcan un rango amplio dependiendo del tipo de cultivo, su modalidad y su localización.

Así, pueden moverse desde los 12.800 euros por hectáreas de los herbáceos de secano y los 29.400 euros por hectárea de los herbáceos regadío hasta los hasta los 75.700 euros por hectárea de las hortalizas al aire libre o los 163.400 euros por hectárea de los invernaderos.

«En general, el regadío está más valorado que el secano», de acuerdo a la directora Servicio de Estudios Tinsa, Cristina Arias.

La representante de Tinsa ha explicado que el cambio climático está mermando la producción de todos los cultivos, pero que tiene especial incidencia en las modalidades de secano, lo que provoca que las fincas con acceso a agua sean más codiciadas porque garantizan cierta estabilidad en el riego y en la productividad.

TENDENCIA PARA 2024

Respecto a las tendencias del sector en este 2024, CBRE ha observado un aumento de la asignación de capital a la agroindustria por parte de los actores locales, como por ejemplo, los «family offices» (gestores del patrimonio de un grupo familiar), si bien ha considerado que se mantendrá el interés de los fondos internacionales.

Otras de las tendencias que ha anotado CBRE es el aumento en el tamaño medio de las transacciones, que en 2023 se movieron entre los 10 y los 50 millones de euros.

«Este incremento del precio en las transacciones ha animado a más vendedores, generando mayor volumen de oportunidades pero también un mayor diferencial entre el precio de compra y el de venta», ha explicado la consultora.

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