El pleno de la Eurocámara aprobó este martes 27 la controvertida Ley de Restauración de la Naturaleza, símbolo de la tensión entre protección del medioambiente y el sector agrícola que supera un gran obstáculo a casi 100 días de las elecciones al Parlamento Europeo. La ruptura de la disciplina de voto de los conservadores irlandeses fue la que inclino finalmente la balanza a favor de la ley.

El texto fue respaldado por 329 votos a favor, 275 en contra y 24 abstenciones en el hemiciclo y para quedar oficialmente adoptado sólo quedaría que el Consejo de la UE, que representa a los Estados miembros, confirme también lo acordado en la negociación con la Eurocámara y la Comisión Europea.

«Hemos aprobado la primera Ley de Restauración de la Naturaleza de la historia. Pasamos de proteger y conservar la naturaleza a repararla», dijo en la red social X tras la votación el negociador jefe del Parlamento Europeo para la Ley de Restauración de la Naturaleza, el español César Luena (PSOE).

INCERTIDUMBRE EN LA VOTACIÓN AL NO RESPETARSE LA DISCIPLINA DE VOTO EN LOS CONSERVADORES

Lo que debía ser un simple trámite de confirmación de un acuerdo provisional entre Parlamento y Consejo se convirtió en una nueva contienda política con gran carga simbólica de cara a los comicios europeos de junio.

El grupo euroescéptico de los Conservadores y Reformistas Europeos y la ultraderecha de Identidad y Democracia habían presentado una moción para rechazar la ley en su conjunto, mientras que el Partido Popular Europeo -primera fuerza del hemiciclo- había llamado a sus diputados a votar en contra de la norma.

Pero en la Eurocámara no existe disciplina de voto y en la mayoría de grupos se esperaban fugas, como es el caso de los populares irlandeses del Fine Gael, que habían anunciado que votarían a favor de la norma para reparar los ecosistemas dañados de la UE.

Finalmente, el texto fue aprobado por una cómoda mayoría.

UNA LEY MUY SIMBÓLICA Y CONTROVERTIDA

La Ley de la Restauración de la Naturaleza, que parte de una propuesta de la Comisión Europea de junio de 2022 para acompasar el paso de la UE con los acuerdos sobre biodiversidad de Naciones Unidas, pretende que se reparen al menos el 20 % de los ecosistemas terrestres y marinos degradados de la UE en 2030 y todos ellos para el 2050, incluidas las tierras de cultivo.

Tiene una gran carga política porque los partidos de derecha y de centroderecha del Parlamento Europeo convirtieron la normativa en un caballo de batalla contra la agenda verde de la Comisión Europea, torpedeando su tramitación al calor de las crecientes protestas de agricultores en distintos países de la UE.

El avance de la ultraderecha en el hemiciclo europeo que anuncian los sondeos propició que el líder del Partido Popular Europeo, el alemán Manfred Weber, convirtiera la biodiversidad en un pilar de su estrategia de alejar a los democristianos de una agenda verde vilipendiada en muchos entornos rurales, pese a que la propuesta partía de la Comisión que preside Ursula von der Leyen, también alemana y popular.

La campaña del PPE de Weber, que separa a los populares del pacto tácito con socialdemócratas, liberales y verdes que ha facilitado la aprobación de la legislación del Pacto Verde Europeo– ha ido ganando peso a medida que las «tractoradas» germinaban en distintas capitales europeas, como muestran las medidas de urgencia propuestas por la Comisión Europea para calmar a granjeros y ganaderos.

Pero finalmente el intento del alemán de hacer descarrilar la propuesta ha fracasado. La Ley de Restauración de la Naturaleza ha logrado sobrevivir a los numerosos envites que ha sufrido en las distintas votaciones parciales y también a la aprobación definitiva del Parlamento Europeo.

«Se trata de una decisión fundamental que permitirá que la naturaleza de Europa se recupere también en beneficio de nuestra economía y de la producción futura de nuestros agricultores», subrayó en una declaración escrita el comisario europeo de Medioambiente, Virginius Sinkevicius, tras una votación que acabó en aplausos.

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