El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha firmado dos convenios de colaboración para la puesta en marcha del Plan Stop Atropellos de Fauna Española (SAFE), una iniciativa de ciencia ciudadana para evaluar la mortalidad de fauna por atropellos en vías de transporte. Ambos acuerdos, uno con las principales sociedades científicas españolas que trabajan con grupos específicos de fauna y otro con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), permitirán sacar por primera vez a la luz las cifras de la mortalidad de especies de vertebrados que cada año se producen en las carreteras españolas.

Este ambicioso plan de diagnóstico está financiado y promovido por el MITECO y será desarrollado, por un lado, por la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC), que se encargará de la metodología, aportando solidez científica al diseño, evaluación y análisis de los trabajos a desarrollar. Y, por otro lado, contará con la participación de tres sociedades científicas del país, la Asociación Herpetológica Española (AHE), la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) y la Sociedad Española para la Conservación y el Estudio de los Mamíferos (SECEM), que garantizarán la movilización de voluntarios sobre el terreno encargados de recoger los datos y las observaciones de animales atropellados. A estas sociedades científicas, previsiblemente, se unirán otras para aumentar los esfuerzos.

Este proyecto se desarrolla en el marco del Grupo de Trabajo de Fragmentación de Hábitats por Infraestructuras de Transporte. En este grupo de trabajo participan los departamentos de carreteras, ferrocarriles, evaluación de impacto ambiental y biodiversidad tanto de Comunidades Autónomas como del Estado, así como la Dirección General de Tráfico.

COLABORACIÓN DE VOLUNTARIOS

Los voluntarios que participen en el proyecto elegirán un itinerario y lo recorrerán en bicicleta o a pie al menos una vez al mes durante un año, siempre manteniendo invariable el recorrido. Todos los animales atropellados que se detecten, así como su localización, serán registrados usando una aplicación para dispositivos móviles. También se podrá participar haciendo recorridos en automóvil, cumpliendo con las premisas de itinerarios fijos repetidos al menos de forma mensual.

Aunque desde un automóvil la capacidad de detectar animales atropellados es mucho menor que andando o en bicicleta, su uso permitirá visitar vías que no pueden recorrerse de otra forma (principalmente autovías y autopistas) y localizar especies que se atropellan con poca frecuencia (especialmente las más grandes). En cualquiera de las modalidades de participación voluntaria (en bicicleta, a pie o en automóvil), el proyecto SAFE velará particularmente por la seguridad de las personas que realicen el trabajo y de las que circulen por las vías.

La recopilación de datos sobre estos itinerarios fijos, recorridos en repetidas ocasiones y distribuidos por todo el territorio español, proporcionará una oportunidad única para cuantificar la mortalidad de fauna por atropellos en el país, evaluar qué especies se ven más afectadas por esta problemática y conocer qué factores (qué tipos de hábitats o vías, qué épocas del año) influyen en que se atropellen más o menos animales. Además, el objetivo de la iniciativa es que las personas mantengan las visitas a sus itinerarios más allá de ese horizonte temporal, y que nuevos voluntarios se incorporen con rutas adicionales, dando lugar a una red de seguimiento de los atropellos de fauna basada en ciencia ciudadana. Toda la información generada por el proyecto SAFE quedará almacenada en repositorios de acceso libre, por lo que será utilizable de forma permanente para investigaciones, apoyo a la toma de decisiones o para cualquier otro uso.

UN PROBLEMA GENERALIZADO

El atropello de fauna es uno de los impactos más evidentes que producen las vías de transporte en los ecosistemas. Sin embargo, existe poca información de la mortalidad de fauna que genera el tráfico rodado, y lo que se conoce está disperso en distintas fuentes. Los atropellos son una importante amenaza para especies como el lince ibérico, pero también los que afectan a ungulados, como ciervos, corzos o jabalíes, pueden dar lugar a peligrosos accidentes de tráfico.

Además, las vías de transporte generan importantes impactos sobre los paisajes que atraviesan y la fauna que en estos habitan. Estos impactos son complejos e incluyen desde efectos barrera, que pueden afectar a la distribución de especies o a la conexión de diferentes poblaciones de una especie, hasta cambios en los comportamientos, también variados, comprendiendo tanto la evitación de la infraestructura como la atracción por ella.

En este sentido, el MITECO acaba de presentar la Estrategia Nacional de Infraestructura Verde y de la Conectividad y Restauración Ecológicas, que pretende restaurar ecosistemas dañados y consolidar una red de zonas naturales y seminaturales terrestres y marinas totalmente funcionales y conectadas en España para el año 2050, como un instrumento eficaz para revertir la fragmentación del territorio y frenar los problemas de conectividad.

×