El Gobierno ha defendido este jueves el uso de aguas no convencionales para asegurar el abastecimiento y la producción agroalimentaria en España, debido especialmente al cambio climático y sus riesgos.

Así lo ha señalado la subsecretaria del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, María Dolores Ocaña, durante la inauguración de un foro internacional sobre el uso de este tipo de aguas no convencionales -residuales, desalinizadas y de lluvia- hoy en Madrid.

El simposio, impulsado también por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Ministerio de Exteriores, reúne hoy y mañana a expertos y miembros del sector.

España es el primer país en superficie de regadío de la Unión Europea (UE)

Ocaña ha recordado que en España se utilizan cerca de 445 hm3/año de agua desalada y 347,63 hm3/año de aguas regeneradas, sobre todo en aquellas zonas con menos precipitaciones.

Actualmente se riegan 57.142 hectáreas con aguas depuradas y 20.550 hectáreas con agua desalinizada, según estas mismas fuentes, que han recordado que España es el primer país en superficie de regadío de la Unión Europea (UE), con casi 3,8 millones de hectáreas.

En su alocución ha incidido en que hace falta que la política de regadíos esté en consonancia con los compromisos internacionales en materia de sostenibilidad y cambio climático, por lo que su modernización es clave.

En la jornada también ha participado el presidente de la Federación Nacional de Comunidades de Regantes (Fenacore), Andrés del Campo, quien ha abogado por el uso de aguas regeneradas y desaladas como complemento a las obras de regulación para garantizar la alimentación en el futuro, ante la «presión sobre los recursos naturales» que existe por el aumento de población mundial.

Del Campo ha remarcado que la agricultura de regadío «produce hasta seis veces más que la de secano» y sin embargo en España ahora mismo «apenas supone un 15 % de la superficie agraria útil».

Desde la federación han explicado, en un comunicado, que España ya es el país europeo que mayor porcentaje de agua reutilizada emplea y que otra alternativa es la desalada, cuyo mayor coste sin embargo hace que los regantes recurran a ellas sólo como «fuente complementaria».

El presidente de Fenacore ha reclamado que se recupere la inversión pública en infraestructuras hídricas tras la «parálisis» sufrida en esta ámbito durante la crisis.

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