Aunque este fin de semana seguiremos bajo los dominios del potente anticiclón que nos viene acompañando desde hace unos días, las previsiones avanzan que a finales de la próxima semana se prevé un temporal con importantes nevadas en cotas bajas en muchos puntos de la península. 

Uno de sus efectos más llamativos del actual anticlón está siendo la inversión térmica, un proceso que lleva a la estratificación del aire, dejando las capas más frías en las cuencas de los ríos y en puntos bajos, algo que desemboca en heladas nocturnas. Además, ayuda al incremento de la contaminación en las ciudades, avisa Víctor González, experto de Meteored (tiempo.com). Este centro de altas presiones irá trasladándose hacia el norte y pronto traerá un flujo de componente este, portador de una masa de aire polar continental.

Dentro de unos días, una masa de aire frío procedente del interior de Europa sobrevolará el Mediterráneo, mostrando una desnaturalización en el proceso: se templará ligeramente, aunque sin dejar de ser fría, y adquirirá humedad. La advección será apreciable en todo el país desde el lunes y se reforzará en los siguientes días, generando vientos fuertes del este y complicando el estado del mar en el Mediterráneo, con olas de más de 4 metros en zonas de costa y Baleares.

NEVADAS EN COTAS BAJAS A FINALES DE SEMANA

El lunes podría llover de forma débil pero generalizada en la vertiente mediterránea, con una cota de nieve cercana a los 1500 metros de altitud, aunque descenderá paulatinamente a lo largo del día, rondando al final de la jornada los 500 metros en el cuadrante noreste y quedando entre los 600 y 900 metros en el interior peninsular.

El martes y el miércoles las precipitaciones serán más fuertes y persistentes en zonas de la Comunidad Valenciana y, además, se extenderán a otros puntos del interior de la península, con cotas de nieve entre los 400 y 800 metros en el centro y norte peninsular; 1000 y 1500 metros en el sur. Las nevadas serán importantes en cotas medias del tercio este peninsular, con grosores superiores a los 20 centímetros, sin descartarse en otros puntos del interior.

El traslado progresivo de esta masa de aire frío hacia el oeste peninsular podría hacerla interaccionar con masas de aire del Atlántico, un escenario con efectos, hoy, aún difíciles de prever. Podrían formarse bajas presiones en el sur, lo que extendería la duración de la advección del este o, incluso, podría traer otras nuevas más gélidas, con nevadas en cotas bajas, si las borrascas se profundizan lo suficiente.

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