Lorenzo Rivera / Coordinador de La Alianza UPA-COAG

Cuando José Agustín Goytisolo escribió este poema “El lobito bueno”, no se imaginaba que tantos años después se convertiría en una realidad. El lobo, animal salvaje, depredador y con instinto asesino hacia los animales, se ha convertido en el pobre animal al que hay que proteger, no sé si de los corderos, o de los ganaderos, que son los afectados y los que a diario se encuentran con él y sufren sus ataques.

Pero, siguiendo con el poema de Goytisolo, hay “brujas buenas”. Ésta sería la ministra Teresa Ribera, quien demuestra una total admiración y sensibilidad hacia el lobo y también con las asociaciones ecologistas a las que se ha unido blindando al lobo como especie protegida, prohibiendo su caza en toda España.

Ha pasado un año y dos meses desde la prohibición de la caza del depredador y está ocurriendo todo lo que habíamos pronosticado. Aumento de la cantidad de lobos y aumento exponencial de los ataques, tanto al norte del Duero como al sur.

En Castilla y León se produce un ataque cada tres horas.

Esta presión sobre los ganaderos es ya insoportable. Y, con pagar los daños, no está resuelto el problema. Eso donde se cobran, es decir, al sur del Duero, ya que al norte los ganaderos no cobran los ataques desde hace más de un año.

Es inadmisible que la “bruja buena” (Teresa Ribera) esté chantajeando a las comunidades autónomas que no firman la “Estrategia para la conservación y gestión del lobo en España”, no pagando la parte correspondiente a cada una de ellas para que, a su vez, abonen los daños y las medidas preventivas.

La ministra castiga así a los ganaderos, dejándolos indefensos y sin percibir ni un euro por los cuantiosos daños.

Esta es la estrategia del MITECO, chantajear a las comunidades que no firman la Estrategia. Estos serían, según Goytisolo, Castilla y León y Galicia, los “príncipes malos”. También responsables en parte de esta situación tan grotesca.

El consejero de Medio Ambiente de Castilla y León siempre ha tenido todo nuestro apoyo incondicional en este tema, en defensa de los ganaderos y de un control poblacional del lobo. Pero también el consejero se ha comprometido en varias ocasiones a no dejar a los ganaderos abandonados, como ha hecho la “bruja” del cuento.

Lo cierto es que, a día de hoy, los ganaderos no cobran estos ataques al norte del Duero y ahora es cuando desde la Consejería de Medio Ambiente se tienen que poner manos a la obra y sacar una orden transitoria con carácter retroactivo para adelantar los pagos de estos daños hasta que se resuelvan los recursos en la Audiencia Nacional. O bien que el MITECO ceda en este chantaje que solo perjudica a los ganaderos.

Y el otro personaje del cuento de Goytisolo, que cantaba Paco Ibáñez, el “pirata honrado”, aún no sé a quién atribuirlo. Lo dejo a la decisión de los que estáis leyendo este cuento del lobo.

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