El portavoz de la Junta de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo, ha afirmado este jueves que «en principio no» va a haber ningún indulto a las cabezas de ganado afectadas por un caso de tuberculosis bovina ni cambios en los protocolos ni en la normativa europea que determina los procesos de saneamiento ganadero ante enfermedades como la tuberculosis .

Ha respondido así ante la polémica generada por lo ocurrido en una explotación de León y los planes manifestados por el nuevo consejero del área, Gerardo Dueñas (Vox).

Preguntado por esta cuestión en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, en concreto sobre el indulto de 140 cabezas de ganado en una explotación de Lario (León), Carriedo ha citado el principio que rige la actividad de los veterinarios para afirmar que «la salud del ganado es la salud del pueblo».

Así, ha negado que se vaya a producir un cambio en la aplicación del criterio «técnico» que se sigue en cada caso. «Son los técnicos los que hacen la propuesta», ha resumido.

El representante de la Junta ha remarcado que es la propia normativa y los protocolos los que permiten en que unos casos se adopten unas medidas y en otros, otras, en referencia a la posibilidad de que en un caso extremo hubiera que sacrificar a un número elevado de cabezas de ganado, frente a otras medidas de aislamiento o inmovilización.

SE APLICARÁN CRITERIOS TÉCNICOS CON LA «PRIORIDAD» FIJADA EN LA SALUD DE LA CABAÑA GANADERA

Estas palabras del portavoz llegan sólo unos días después de que el vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo (Vox), publicara un mensaje en su perfil de Twitter sobre su visita al ganadero de Lario, en el que defendía no «matar moscas a cañonazos» con una normativa que en su opinión incluye «imposiciones arbitrarias» contra las que propone aplicar la «proporcionalidad».

En una grabación, el vicepresidente conversa con el ganadero y argumenta: «Hay 140 vacas, una está mal. ¿Hay que matar a las 140? No tiene ningún sentido. Hay que buscar alternativas que sean normales. A nosotros nos gusta ser coherentes, si decimos una cosa, hacerla, que no es tan difícil».

Carriedo ha incidido este jueves en que lo que se aplican son criterios «técnicos» ajustados a cada circunstancia, con la «prioridad» fijada en la salud de la cabaña ganadera y su compatibilidad con «el futuro del sector ganadero».

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