El Gobierno ha modificado el reglamento que regula el control de la producción y comercialización de distintos materiales vegetales de reproducción con el fin de incluir en él la producción nacional de azafrán para proteger su producción nacional frente a la de terceros países.

Así figura en la orden que ha publicado este lunes el Boletín Oficial del Estado (BOE), que argumenta que «la preservación de la calidad del cultivo constituye una de las claves para diferenciar y valorizar el azafrán español» frente al que llega de terceros países a precios inferiores y con una «calidad notablemente inferior».

Para que ello sea posible, la orden considera necesario establecer «requisitos legales que la promuevan» así como un «control oficial que permita verificar su cumplimiento».

De esta forma, a partir del próximo 2 de enero, la producción y comercialización del material vegetal de reproducción de azafrán quedará sometido al control oficial del Reglamento Técnico de Control de la Producción y Comercialización de Plantones de Hortalizas y Material de Multiplicación de Hortalizas distinto de las semillas.

El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ha aprovechado también esta necesidad para modificar el reglamento en otros apartados, como lo referente a los operadores profesionales autorizados a expedir pasaportes fitosanitarios y las obligaciones de los operadores profesionales de material vegetal de reproducción.

Cabe recordar que tres años continuados de descenso drástico de los rendimientos (kilogramos/hectárea), y en un escenario de climatología desfavorable debido a las altas temperaturas de este otoño y la falta de lluvias, el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Azafrán de La Mancha ha afrontando la cosecha 2023 como una nueva prueba de subsistencia para el cultivo, ya que solo se han inscrito 176 productores, un 34% menos que el año anterior, con 90,4 hectáreas de superficie cultivada, frente a las 105 del ejercicio pasado.

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