El Gobierno pretende aprobar en los primeros meses de 2022 el nuevo Programa de Acción Nacional contra la Desertificación en España, una herramienta que facilitará la máxima participación y transparencia para dar respuestas a los impactos y a las causas que provocan este grave problema ambiental. Y ya apunta a la agricultura y el regadío de este problema de la desertificación.

De esta manera lo ha explicado la vicepresidenta tercera Teresa Ribera, durante la clausura este jueves de la jornada «Nuevo Programa de Acción Nacional contra la Desertificación», en la que ha hecho hincapié en la urgencia de un buen «diagnóstico» de los problemas asociados a la degradación del suelo para mejora el conocimiento.

Desde que España aprobara en 2008 el Programa Nacional contra la Desertificación, el avance en el conocimiento sobre este grave problema ambiental y los nuevos compromisos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible han motivado que el Ministerio para la Transición Ecológica inicie la redacción de un nuevo programa contra este problema ambiental para dar respuestas integradas, no solo a los impactos sino también a las causas que la provocan.

APUNTA A LA AGRICULTURA Y EL REGADÍO: POR LA UTILIZACIÓN DE ACUÍFEROS Y LAS SUSTANCIAS QUMÍICAS UTILIZADAS

Para Ribera «lo más llamativo y doloroso» es el aumento que se ha producido en los últimos años de la utilización de agua de los acuíferos y la carga de sustancias químicas empleadas por la agricultura y cuyos efectos, ha dicho, generan grandes y peligrosos impactos en la calidad del agua y del suelo.

Unos usos inapropiados que, ha continuado Ribera, explican el aumento que han experimentado en este tiempo las superficies afectadas por la desertificación y la acidificación.

Para paliar este problema la ministra ha hecho alusión a varias premisas: la primera, un mejor conocimiento científico basado en una capacidad de diálogo permanente, y la segunda, facilitar la máxima participación y transparencia, además de movilizar a los actores del territorio, porque esta nueva «estrategia» debe ser de todos.

En la misma línea se ha pronunciado el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, durante la inauguración de dicha jornada al señalar que combatir la desertificación es una condición ineludible para alcanzar la transición ecológica en la que todos los actores -empresas, administraciones y sociedad- deben «sumar esfuerzos» para conseguirlo.

Morán ha hecho hincapié en la relevancia de esta jornada porque en un país especialmente vulnerable como España se necesitan de importantes medidas para prevenir y restaurar los suelos degradados.

Entre los riesgos que conlleva la desertización, Hugo Morán ha enumerado la exposición y la vulnerabilidad de la población a la escasez de agua en las tierras secas, además de un deterioro del hábitat y de una mayor exposición a los incendios forestales e inundaciones, por lo que ha apelado a este Plan como «herramienta clave» a la hora de combatirla.

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