El Gobierno en funciones del PSOE ha adelantado a Izquierda Unida por escrito, a través de su diputada y portavoz parlamentaria en materia de Agricultura, Eva García Sempere, una valoración «absolutamente triunfalista» sobre los efectos que tendrá en España la puesta en marcha del Acuerdo Comercial entre la Unión Europea (UE) y los países del Mercosur, aunque obviando los efectos negativos sobre todo en la agrocultura y ganadería y aferrándose a los mil millones de euros que pondrá la CE a disposición de los sectores afectados.

Mientras, en una respuesta parlamentaria, el Ejecutivo minimiza o pasa por alto los graves problemas que acarrea a un significativo número de sectores agrícolas y ganaderos españoles y señala, por el contrario, que «el acuerdo generará importantes oportunidades de negocio para las empresas españolas en todos los sectores productivos». Cree también que ‘permitirá reforzar el ya de por sí privilegiado posicionamiento que tienen los productos y servicios españoles en los países Mercosur y proporcionará mayor seguridad jurídica y una mejora del clima de negocio del que se beneficiarán las empresas e inversores españoles.

El Gobierno concreta ahora esta valoración debido a la iniciativa que García Sempere registró el pasado 2 de julio y se la traslada antes de que el titular del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), Luis Planas, comparezca el próximo jueves en sede parlamentaria para hablar de esta misma cuestión.

La diputada malagueña de IU en el grupo de Unidas Podemos centró su iniciativa en las graves consecuencias que este acuerdo tendrá en determinados sectores agrícolas y ganaderos de nuestro país, dado que «se trata del mayor acuerdo comercial suscrito por la UE en toda su historia». Por ello, interrogó a los responsables del Ejecutivo en funciones si habían calibrado éstas suficientemente, cómo pensaban hacerlas frente, si se habían «reunido con los representantes del sector agrario a lo largo de esta última fase de las negociaciones para hacer una valoración del acuerdo» y «en qué consisten las cláusulas de salvaguardia introducidas en el acuerdo comercial».

La CE ha anunciado un paquete de apoyo financiero de hasta mil millones de euros para situaciones graves de alteraciones en los mercados

Para el Gobierno del PSOE, estamos ante un ‘acuerdo ambicioso, amplio y equilibrado’ que ‘tiene gran importancia para España desde el punto de vista político, económico-comercial y estratégico’, aunque recuerda que ‘la Política Comercial Común y, por tanto, la negociación de acuerdos comerciales, es competencia exclusiva de la Comisión Europea’.

Pasa de puntillas sobre los asuntos más delicados y se limita a indicar con optimismo que ‘se prevé una limitación a las importaciones de Mercosur para los productos más sensibles, tales como la carne de vacuno y de ave, el etanol, el arroz o la miel, para los que se han negociado contingentes arancelarios. Dada la sensibilidad de los sectores afectados, las cantidades de estos contingentes han sido calibradas por la Comisión, así como la aplicación gradual de los mismos’.

Sobre el tema de la cláusula de salvaguardia, el Ejecutivo recuerda que es el ‘mecanismo habitual’ para que ‘en caso de que las importaciones de un determinado producto estén produciendo graves alteraciones del mercado en el país que lo importa, pueden aplicarse aranceles adicionales al producto en cuestión durante un determinado periodo de tiempo’.

‘De hecho -apostilla-, el acuerdo recoge la posibilidad de establecer medidas de salvaguardia en caso de que se produzcan incrementos repentinos de las importaciones que provoquen perturbaciones en el mercado europeo con efectos perniciosos para los productos comunitarios. Este mecanismo se aplicaría a todos los productos, incluidos aquellos para los que hay contingentes arancelarios’.

El Gobierno explica también a Eva García Sempere que ‘la Comisión ha anunciado un paquete de apoyo financiero de hasta mil millones de euros para situaciones graves de alteraciones en los mercados, fortaleciendo así los mecanismos de apoyo a los agricultores europeos existentes en la política agraria común’.

García Sempere había recordado también al Gobierno del PSOE que «los países del Mercosur ya son el primer exportador de productos agroalimentarios a la UE, con un déficit comercial de la UE de más de 16.000 millones de euros».

La diputada andaluza de IU explicó esta situación tan desigual que puede empeorar ahora aún más y detalló, por ejemplo, que «en el sector de vacuno cárnico el 75 % de las importaciones a la UE proceden de Brasil, Argentina y Uruguay, y cerca del 70 % de los productos para alimentación animal importados por la UE provienen del Mercosur». Además, «en 2016, la UE importó 19.528 millones de euros en productos agroalimentarios del Mercosur, lo que representa el 17,4% del conjunto de sus importaciones. Por el contrario, las exportaciones agro europeas a Mercosur apenas superaron los dos mil millones de euros, el 1,5% del total».

El Ejecutivo español estima, no obstante, que ‘los intereses del sector agroalimentario por parte de la UE han sido contemplados y recogidos en el resultado de la negociación, dado que se han acordado contingentes o periodos transitorios que se considera permitirán una adecuada adaptación de los sectores sensibles a una mayor competencia, así como aprovechar las nuevas oportunidades que ofrece la apertura del bloque de Mercosur’.

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