El Gobierno de España publicó el domingo 3 de mayo una nueva orden, por la que se dictan instrucciones sobre la utilización de mascarillas en los distintos medios de transporte a la vez que se fijan requisitos para garantizar una movilidad segura de conformidad con el plan para la transición hacia una nueva normalidad sanitaria. En este sentido, flexibiliza los desplazamientos al trabajo en explotaciones agropecuarias en los transportes privados particulares y privados complementarios de personas en vehículos de hasta nueve plazas, incluido el conductor, podrán realizase con dos personas por cada fila de asientos, siempre que utilicen mascarillas y respeten la máxima distancia posible entre los ocupantes.
En los vehículos en los que, por sus características técnicas, únicamente se disponga de una fila de asientos, como en el supuesto de cabinas de vehículos pesados, furgonetas, u otros, también se flexibiliza y podrán viajar como máximo dos personas, siempre que sus ocupantes utilicen mascarillas que cubran las vías respiratorias y guarden la máxima distancia posible.
La identificación a llevar en el vehículo para trabajar sería, para los empresarios, la PAC o un documento que demuestre su condición. Y para los trabajadores, se recomienda llevar un certificado del empresario.
Asaja ha valorado positivamente que el Gobierno de España haya decidido, como ha solicitado reiteradamente la organización agraria, un cambio de actirud que flexibiliza las restricciones establecidas para el desplazamiento de la mano de obra a las explotaciones agrarias.
Asaja considera que “era necesario adoptar medidas para facilitar el desplazamiento” en coche o furgoneta debido a las restricciones impuestas para frenar el avance del Coronavirus y favorecer la movilidad de los trabajadores temporeros agrarios para canalizar el movimiento y desplazamiento de los operarios al campo.
Asimismo, ha reconocido que el transporte de personal es una tarea «compleja de articular» dado que «no es fácil llevar a un grupo de personas de un casco urbano a una finca concreta», por lo que era necesario una flexibilización, especialmente de cara a las próximas campañas andaluzas, especialmente el ajo en la provincia de Córdoba.
La organización ha valorado el «gran esfuerzo, solidaridad y sentido común» de los agricultores y ganaderos para resolver los problemas generados por la crisis del Coronavirus y continuar con la tarea de garantizar alimentos al conjunto de la población, a pesar de estar sometidos a una enorme crisis de rentabilidad en muchos sectores, agravada por el cierre de algunos mercados como el Horeca y la exportación que está llevando a una situación «crítica”, a algunas producciones, como el ovino, el vacuno o el porcino.