El encarecimiento de los suministros, especialmente de los fertilizantes, ha provocado que la superficie destinada en Extremadura al cereal de invierno haya descendido de cara a la campaña 2022 un tres por ciento respecto a la temporada anterior.

El presidente de COAG Extremadura, Juan Moreno, ha precisado a Efe que la región ha destinado este año en torno a 195.000 hectáreas al cereal de invierno, pese al aumento de los precios alcanzado por este cultivo durante el último año.

El cultivo viene marcado este ejercicio por el encarecimiento y la dificultad de acceso a los fertilizantes, y de la misma forma que durante la siembra ya se produjo una reducción en la aportación de abonos, también acontecerá en las próximas semanas en el caso del nitrogenado, lo que provocará una previsible reducción en los rendimientos de kilos por hectárea.

Como ha explicado Juan Moreno, el precio de los fertilizantes se ha triplicado durante los últimos meses, una situación “inasumible” para el agricultor y difícil para los almacenes, en este último caso muchos de ellos temerosos a adquirirlos ante la posibilidad de no poder posteriormente venderlos debido a su coste.

Esta incidencia no permite por tanto al sector aprovechar el incremento de precios que experimenta el cultivo durante el último año, cotización que se ha recuperado después de la caída en picado de ejercicios anteriores.

En este sentido, Moreno espera que al menos los precios mantengan los valores actuales de cara a la recolección a partir del próximo junio.

En cuanto a la evolución del cultivo, Juan Moreno ha explicado que las condiciones acontecidas hasta ahora permiten un nacimiento y crecimiento óptimos, a la espera del comportamiento de la climatología en las próximas semanas, donde por ejemplo será necesaria la llegada de las precipitaciones.

Como ha expresado, “el cereal no precisa grandes cantidades de agua, pero sí de las lluvias idóneas en los momentos adecuados”, y en este sentido “un periodo clave son los próximos días”.

Otro aspecto importante a tener en cuenta es que, a pesar del incremento actual de los precios, estos experimentan en los últimos años una evolución “en dientes de sierra”, de ahí que algunos agricultores se decanten por destinar más hectáreas a los cultivos leñosos, otra de las razones que explica que la comunidad autónoma no supere el techo de las 200.000 hectáreas anuales de cereal en los últimos ejercicios.

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