La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha pedido al Ministerio de Agricultura que introduzca modificaciones en el Real Decreto sobre etiquetado de la leche y los lácteos que está preparando. Tras conocer el texto, UPA cree que es “incompleto”, pues deja fuera “demasiados productos”. Los ganaderos creen que se deberían incluir aquellos productos lácteos con un alto contenido en leche, como los helados, que rondan un 40% de leche.

Esta organización cree que también debería etiquetarse el origen de aquellos productos elaborados a partir de leche en polvo. España importa más de 70.000 toneladas de leche en polvo, que se utiliza como ingrediente en muchos productos lácteos, por lo que “sería conveniente dar valor a la leche en polvo producida en nuestro país. La fabricación en España de productos lácteos industriales debe ser impulsada”.

UPA critica que el proyecto “podría dar lugar a confusión y darse una situación parecida a la que ocurre con la miel china”

Sobre los quesos, a pesar de estar incluidos, una parte queda fuera por estar adscritos a figuras de calidad y otra parte importante también porque vienen de fuera. Además de los quesos, el resto de productos importados tampoco quedan incluidos en la normativa. En opinión de UPA, debería establecerse un sistema de “reconocimiento mutuo” con otros países.

La organización ganadera ha asegurado estar en desacuerdo con las menciones que se podrían utilizar en el caso de que las operaciones de ordeño y transformación ocurran en varios países. “Podría dar lugar a confusión y darse una situación parecida a la que ocurre con la miel china”, han afirmado. UPA ha sugerido también que ligado a la obligación de etiquetar el origen de la leche se lance una campaña informativa hacia el consumidor.

Tanto consumidores como ganaderos llevan tiempo reclamando un etiquetado en origen como ya tienen o desarrollan Francia, Italia y Portugal. Las reivindicaciones reclaman el derecho a saber más sobre la leche: dónde y cómo se produce y de dónde procede. En este sentido, los ganaderos llevan años realizando un trabajo intenso para poder aportar toda esa información al consumidor basada en la trazabilidad de la leche y por tanto el origen de la misma. “Y ese esfuerzo se pierde cuando llegamos a los eslabones superiores”, afirman desde UPA. ”El conocimiento del origen de la leche es un derecho de los consumidores, y debe ser atendido”, han concluido.

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