Durante los últimos meses, los productores avícolas, como el resto del sector agrario, han sufrido un importante aumento de los costes de producción, disparados, en parte, por el incremento global en los precios del gasóleo (+40-60%), costes de energía (+300%), plásticos (+50%), agua (+30%), fertilizantes (+100%), y piensos (+25%). En el caso de la producción avícola está causando un devastador impacto en muchas explotaciones, puesto que requiere un consumo de energía muy elevado (luz, gas, gasóleo o biomasa) para mantener una atmósfera favorable de temperatura, humedad y luz las 24 horas, para garantizar el bienestar de unos animales muy vulnerables a estas condiciones, según denuncia JARC.

Para los productores de huevos, un sector muy mecanizado, el precio de la electricidad y los envases (que ha subido un 25%) son los que están reduciendo más sus márgenes de beneficio, y si la situación no cambia, se agravará en verano, cuando se intensifica el uso de aparatos de ventilación y humidificadores.

A pesar del incremento desmesurado de los costes de producción la remuneración percibida por los ganaderos independientes e integrados no ha visto repercutida esta subida, lo que ha puesto en una situación muy crítica a un gran número de explotaciones avícolas catalanas.

La organización recuerda que las integradoras también están reduciendo sus márgenes de beneficio a causa de la subida de los precios del pienso, por lo tanto, esta medida también tendría que beneficiarlas, de forma que lo puedan repercutir en el precio que pagan a sus integrados.

Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya alerta que, dadas las dificultades para cubrir los costes de producción, hay granjas avícolas que están cerrando o, alargando los periodos de vacío, sin entrar animales, con la esperanza de que más adelante los costes de producción se reduzcan.

EL POLLO ES LA CARNE MÁS CONSUMIDA A LOS HOGARES DE CATALUÑA

El 2020 logró un volumen de 98.100 toneladas consumidas, lo que representa un 26,6% del total de la carne fresca que se consume en los hogares, con 13,80 kg de consumo per cápita. En cuanto al consumo de huevos, el 2020 en Cataluña ascendió a 74.282 toneladas, lo que supone 10,45 kg per cápita.

La falta de rentabilidad de las explotaciones puede llegar a provocar un desabastecimiento al mercado de carne avícola y huevos de proximidad, a favor de países terceros, que no cumple las mismas normativas en materia de sanidad, ni bienestar animal, y resulta menos sostenible, desde el punto de vista del medio ambiente.

La entidad reclama que los ganaderos reciban un precio suficiente para compensar esta pérdida del 30% provocada por los costes de energía, y que no se utilice su producción como producto reclamo. Estas medidas se tendrían que aplicarse de forma urgente para salvar un sector muy identificado con nuestra cultura, y que se encuentra sometido a inversiones constantes para garantizar la máxima eficiencia, el bienestar animal y la sostenibilidad.

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