Los métodos basados exclusivamente en la amplificación del ADN pueden dar falsos positivos porque detectan la bacteria tanto viva como muerta, puesto que el ADN no se degrada una vez muerto el microorganismo, de forma que la detección a través del ARN asegura una fiabilidad completa en el diagnóstico. Según se precisa, "E. coli" es una bacteria que se encuentra normalmente en el intestino del ser humano y de los animales de sangre caliente.

     "Es un microorganismo en general inofensivo y necesario para la digestión y metabolismo de los alimentos. Sin embargo, algunas cepas como la O157:H7, también llamada "E. coli enterohemorrágica", pueden producir toxinas peligrosas para la salud", explica la investigadora Mar Rodríguez Jovita, perteneciente al grupo Hiseali.

     La propia Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que el serotipo "E. coli" O157:H7 es el más preocupante por su impacto en la salud pública.

Sólo en un 10% de os casos puede provocar graves daños


     El consumo de alimentos contaminados por esta cepa provoca diarrea, vómitos y, en ocasiones, colitis hemorrágica, pero en un 10% de casos puede causar un síndrome hemolítico urémico, de especial gravedad sobre todo en niños y ancianos, que puede desencadenar una insuficiencia renal. Afortunadamente, es un microorganismo que se destruye con el calor a partir de 70ºC.

     No obstante, en el caso de los productos cárnicos no sometidos a proceso de cocinado y listos para el consumo, es conveniente que las industrias alimentarias dispongan de métodos rápidos y eficaces que detecten y cuantifiquen la presencia de esta bacteria.

     "En 8 horas podemos tener el resultado con 100 % de fiabilidad. Con tan sólo 5 gramos de muestra del producto, el Servicio de Innovación en Productos de Origen Animal (SIPA) de la UEX puede llevar a cabo el análisis y detectar "E. coli", destaca.

     Además, disponen de métodos similares desarrollados para la detección de otros microrganismos patógenos de importancia en los alimentos como Listeria monocytogenes, Salmonella y mohos productores de micotoxinas", subraya la investigadora.

Técnicas importantes para la industria alimentaria


     Este tipo de técnicas -añade- son de extraordinario valor para la industria alimentaria, pues permite establecer medidas preventivas y correctoras durante el procesado de los alimentos.

     Aunque la legislación sanitaria sólo contempla niveles de "E. coli" como criterio de higiene en los preparados de carne, su control por parte del fabricante es una garantía adicional de calidad y seguridad, que puede evitar la presencia de organismos patógenos en la cadena alimentaria, concluye Rodríguez Jovita.

     Esta investigación forma parte del proyecto Carnisenusa: Productos Cárnicos para el Siglo XXI: Seguros, Nutritivos y Saludables, del programa nacional Consolider Ingenio 2010.

×