La empresa aceitera Deoleo ha acusado al sector de la distribución de vender aceite de oliva por debajo de su coste de producción, y ha asegurado que esa política de bajos precios lleva a la compañía a priorizar otros mercados antes que el español.

«Yo veo precios en los lineales y sé los costes de producción, y las cuentas nunca salen. Ha habido además muchas demandas por venta a pérdidas contra varias enseñas -en alusión a las cadenas de distribución-, los datos están ahí», ha lanzado el director de Marketing de la firma, Miguel de Jaime, durante la rueda de prensa de presentación de resultados, donde se revela que estaría en situación de disolución.

Asegura que «todavía hay mucho fraude» en el aceite y que se ha utilizado como producto gancho

En su opinión, estos precios en el supermercado sólo son posible si se vende a pérdidas «o si no se pone en las botellas» lo que reza en las etiquetas, y ha apuntado que en España «todavía existe mucho fraude» a la hora de colocar el sello de virgen o virgen extra.

De Jaime ha subrayado que la llamada «marca blanca» cuenta con una cuota de mercado del 68% en el mercado español, en contraste con el 25% que representa en Italia.

El directivo ha calificado este hecho de «incoherencia», debido a que España es hoy el líder mundial de producción de aceite de oliva.

«Además se ha utilizado como producto gancho por los supermercados en su guerra por más tráfico (de clientes). Es una espiral deflacionista que no hace ningún bien al consumidor», ha insistido.

Tanto De Jaime como el consejero delegado de Deoleo, Pierluigi Tosato, y su presidenta, Rosalía Portela, han coincidido en subrayar que este modelo de precios baratos en España que prioriza la cantidad frente a la calidad no es el que quieren para la compañía.

Han criticado el sistema actual por el que se determina la calidad y la categoría del aceite por ser «subjetivos»

Los gestores de la firma -que lidera el mercado a nivel mundial con una cuota del 10,4% y marcas como Carapelli, Bertolli o Carbonell- han alertado de que esta estrategia de bajos precios provoca que el aceite se convierta en una «commodity» (mercancía) más.

Los administradores de Deoleo han criticado el sistema actual por el que se determina la calidad y la categoría del aceite, basado en catas realizadas por profesionales, por considerar que estas pruebas no dejan de basarse en criterios «subjetivos».

La presidenta de la empresa ha avanzado que ya se está trabajando con el Gobierno en un nuevo reglamento sobre la trazabilidad del aceite español que confían esté listo en cuestión de meses.

Rosalía Portela ha considerado este caso un ejemplo de cómo el sector puede conseguir más cosas trabajando unido, también a nivel comunitario, donde ha pedido dejar atrás las «peleas» entre españoles e italianos para ganar competitividad de cara al exterior.

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