El enfado del sector con las nuevas propuestas europeas sigue cada vez más latente. El vicepresidente de ASAJA Pedro Gallardo, ha trasladado de primera mano al comisario de Medioambiente, Virginijus Sinkevičius, y a la comisaria de Salud y Seguridad Alimentaria, Stella Kyriakides, todas la inquietudes que las estrategias sobre “Biodiversidad” y de la “Granja a la Mesa” ha desatado en el agro europeo y español.
Gallardo, que ha tomado la palabra como presidente del Grupo de Trabajo Cuestiones Fitosanitarias y presidente del Grupo de Trabajo Oleaginosas del COPA-COGECA, ha expresado su rechazo total a la reducción y a los porcentajes que ha propuesto la CE sin que haya un estudio de impacto socioeconómico previo. “Entendemos que la CE en las comunicaciones no tienen obligación de presentarlo pero no compartirnos sus estrategia y que ante un cambio de modelo agrícola se plantee un debate dejando a la ciencia de lado. Si hemos aprendido algo de COVID19 es que vamos a salir de la mano de la ciencia y pedimos a la Comisión un posicionamiento más científico y menos político” ha asegurado Gallardo.
Asimismo ASAJA ha mostrado su perplejidad ante la falta de alternativas propuestas por la CE para conseguir estos objetivos: “Es la hora de que de una vez por todas las instituciones europeas apoyen el uso de la biotecnología y sobre todo de la edición genética. Además de ayudarnos a conseguir los objetivos propuestos por la CE, estas herramientas (las nuevas técnicas de edición genética, por ejemplo) ya son utilizadas por nuestros competidores y se da la paradoja que son indetectables en las fronteras lo que nos dejaría claramente en un posición inferior competitiva”.
Además ha defendido que «el uso de la biotecnología, siempre que sea segura y apoyada por la ciencia, nos ayudaría a conseguir a corregir el déficit de pretinas que nos hace ser más vulnerables ante crisis como el COVID19 o el cambio climático».
AGRICULTURA ECOLÓGICA Y ESTRATEGIAS ANTE LA SITUACIÓN DEL CEREAL Y LAS OLEAGINOSAS
El vicepresidente de ASAJA también ha expresado que no comparte la necesidad de poner un porcentaje a un determinado tipo de agricultura, tal y como ha hecho la CE con la agricultura ecológica. Gallardo ha transmitido a los máximos dirigentes de estas estrategias que “lo que la CE debería hacer es preservar la capacidad de elección de los agricultores y consumidores para elegir libremente qué modelo desean, siempre escuchando las necesidades del mercado, porque corremos el riesgo de que la CE nos diga qué comer, luego nos dirán qué tenemos que pensar y finalmente nos dirán qué tenemos que votar.”
Por último, el vicepresidente ha asegurado que “no podemos aceptar que en Europa el 10% de la superficie total agrícola se pueda dedicar a elementos no productivos ya que va a suponer una merma considerable en la cuenta de resultado, ya maltrecha, de los agricultores y acelerará el abandono de las explotaciones agrícolas y producirá un efecto mayor y peor: el éxodo rural. Finalmente lo que conseguirán desde Bruselas es que al final solo se preserve este modelo de biodiversidad en Europa trasladando la presión y la huella de carbono a Terceros Piases para poder satisfacer nuestras necesidades, ¿es esa la solución -cínica- que propone la CE? “.
En otra reunión, y en el máximo foro de discusión con los servicios generales de la Unión Europea sobre las estrategias de la agricultura, Pedro Gallardo, como presidente del Grupo de Trabajo de Oleaginosas del COPA-COGECA ha trasladado los siguientes mensajes:
“Necesitamos contar con más herramientas tras la pérdida del uso de los Neonicotinoides, pero no tenemos alternativas. Solo Europa prohíbe estas sustancias, sin embargo el resto del mundo sigue usando esa materia activa. Por lo tanto esto supone una pérdida de protección en nuestros cultivos, pasamos a ser menos competitivos, encarecimiento de costes de producción, menor producción de oleaginosas y proteínas en Europa, más dependencia del exterior… Para este año un 4,5% menos de superficie de #Colza en Europa y 3% menos de producción. Perdemos 262.000 hectáreas”. (principales afectados UK -193.00, Polonia -125.000, Bulgaria -30.000 has, tan sólo crece la superficie de colza en Rumania +67.000 has)».
Su segunda reflexión ha sido la problemática que tenemos con el aceite de palma: “España ha multiplicado por 21 las importaciones. En el año 2.000 importábamos 77.000 toneladas, ahora superamos 1.700.000 toneladas. ¿Por qué en los lineales de nuestros supermercados no es posible encontrar galletas o helados sin aceite de palma? La Comisión Europea sigue sin aportar datos y no apoya la producción de aceites nacionales al permitir tales importaciones. Francia importa 180.000 toneladas, casi la 10% que España, algo estará haciendo bien el Gobierno galo junto a sus agricultores y sus consumidores”.
Por último, Gallardo se ha referido a los aranceles sobre los cereales trasladando una reivindicación de la sectorial de ASAJA. “Pedimos a la Comisión Europea que cambie sus estrategias y haga una actualización de los contingentes arancelarios para todas aquellas producciones de Cereales y Oleaginosas que se producen fuera de Europa, con otras reglas de juego a las que se nos permiten a los agricultores europeos ya que están distorsionando el Mercado Europeo”.
No es lógico, que nos autoimpongamos reglas, como el incremento de la superficie ecológica, uso restringido de OGM, la reducción de fitosanitarios…(que estarian bien si todos los estados las siguieran…) y por otro lado debido a las restricciones de la OMC, tengamos que dejar entrar producciones de otros estados que no respetan estas limitaciones (USA, Brasil, Argentina…). Este tipo de políticas son favorables para aquellos estados que no son productores, pero que son grandes comerciantes (Holanda….) y para negociar acuerdos comerciales de la UE en los que la agricultura es la moneda de cambio, si a esto le unimos unos fondos de la PAC menguantes obtenemos una campo cada vez más vacio, menos competitivo y mayor dependencia agroalimentaria del exterior…estamos haciendo el negocio del siglo….