En la actualidad los profesionales de la viña, la huerta, la fruta dulce, el olivo, la planta ornamental, el conejo, el porcino o el equino, no pueden acceder a las ayudas directas de la PAC. Joves Agricultors i Ramaders de Catalunya (JARC) considera que todos los sectores tendrían que poder tener acceso este apoyo económico, por lo que reclaman una política agraria común exclusivamente dirigida a los agricultores y ganaderos profesionales, que apoye a todos los sectores. Y esto sería posible si quedaran excluidos “los agricultores de sofá” (aquellos que no se dedican a la agricultura como actividad principal), y si unas pocas grandes empresas no acumularan el grosor de la financiación europea.

JARC considera que un plan estratégico catalán se ajustaría mejor a las necesidades del campo en Catalunya. De no ser posible, el segundo pilar de la PAC, los Planes de Desarrollo, debería ser regional (autonómico) para poderlo adaptar a las necesidades de los agricultores y ganaderos catalanes.

En este sentido, defienden que la política europea tiene que poner a los jóvenes en el centro, y facilitar su incorporación al sector agrario para garantizar el relevo generacional en el campo. “Está en juego la soberanía alimentaria, el fortalecimiento del tejido económico, el cuidado de la natura y el mantenimiento de unas zonas rurales vivas”, afirma Joan Carles *Massot, presidente de JARC.

Agricultura y ganadería son actividades esenciales que tendrían que resultar atractivas para los jóvenes, y con este objetivo, la entidad reclama que las administraciones competentes velen porque se acabe con las prácticas desleales entre los diferentes agentes de la cadena alimentaria. Por otro lado, critican que los acuerdos con terceros países «propician que los productores europeos tengan que competir con los precios de productos extracomunitarios en desigualdad de condiciones. El campo en Europa cumple unas normativas sanitarias y laborales mucho más exigentes y estrictas. Para evitar esta situación exige más controles de trazabilidad y que los tratados no nos dejen en una posición desventajosa».

Por todo esto, desde JARC reclaman

  • Una PAC dirigida exclusivamente a los agricultores y ganaderos profesionales.
  • Una PAC que priorice a los jóvenes agricultores y nuevas incorporaciones.
  • Garantizar una estructura de mercado sin prácticas desleales.
  • Ningún sector productor excluido de las ayudas directas. Es importante que los diferentes sectores puedan acceder a fondo para modernizar sus explotaciones y ser más competitivos.
  • Igualdad de condiciones entre todos los estados miembros, con un primer pilar común, el de las ayudas directas, y un segundo pilar variable.
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