Las organizaciones agrarias Asaja, UPA y COAG junto a Cooperativas Agro-alimentarias de Castilla-La Mancha han avanzado su rechazo a la nueva propuesta de ecoesquemas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) ya que, en su opinión, perjudica los intereses de la comunidad autónoma y ayuda a perpetuar los desequilibrios territoriales.

En un comunicado conjunto, estas organizaciones han pedido al MAPA que se cambien los criterios para cuantificar el importe de los escoesquemas ya que «la actual propuesta supone que las regiones españolas con mayores rendimientos históricos cobren hasta tres veces más que las regiones de menores rendimientos, perpetuando la diferencia histórica de ayudas».

Han explicado que la actual propuesta del Plan Estratégico de España para la próxima PAC «perpetua los desequilibrios territoriales» y beneficia a las regiones de mayor pago básico actual, de modo que se aleja de la convergencia que exigen los nuevos reglamentos de la PAC.

Por un lado, han expuesto que en los ecoesquemas de cultivos leñosos (olivar y viñedo principalmente) se han fijado diferenciaciones de ayudas en función de la pendiente de las parcelas que, en la práctica, supone que las parcelas con pendiente mayor del 10% (que son, por ejemplo, el 67,6 % del olivar andaluz) cobren aproximadamente 2,4 veces más ayuda que las de una pendiente del inferior al 5% (el olivar castellanomanchego).

En lo que se refiere a escoesquemas de cultivo herbáceo se han establecido tres niveles de ayudas distintos con diferencias importantes en los niveles de ayuda de manera que el pago por hectárea en los secanos húmedos duplica la de los secanos y la de los regadíos triplica la de los secanos.

Así mismo, las organizaciones han pedido al MAPA que cumpla con el mandato de los reglamentos europeos que exigen a los estados miembros una convergencia real y efectiva en los pagos del primer pilar, y que han considerado que «no se cumplirá con el diseño de la actual propuesta al perpetuar los desequilibrios territoriales»

Y han añadido que regiones como Castilla-La Mancha sufren desigualdades en el reparto de ayudas siendo el sector agroalimentario su principal motor económico y que las zonas rurales más deprimidas y con mayor riesgo de despoblación seguirán siendo altamente perjudicadas viendo limitando su viabilidad económica futura.