El consejero de Medio Ambiente de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha asegurado este martes 9 en Bruselas que el Gobierno autonómico revisará al alza las cuantías de las indemnizaciones a los ganaderos ante ataques de lobos «en determinados supuestos».

Así lo manifestó tras su reunión con el director general de Medio Ambiente de la Comisión Europea (CE), Daniel Calleja, con el que abordó la modificación de las directrices de aplicación de la directiva Hábitats, que regula la biodiversidad en la Unión Europea.

Suárez-Quiñones explicó que el Gobierno de Castilla y León ha modificado recientemente el proceso de indemnización ante ataques de lobos, lo que ha reducido el tiempo de cobro «de casi un año a menos de un mes, unos 22 días».

«Estamos en permanente contacto con el sector, con el que ahora estamos tratando de qué forma revisar las cuantías de las indemnizaciones en algunos casos, atendiendo al tipo de animal, la edad y las circunstancias del ataque», añadió el consejero.

Estudia políticas de prevención deregiones de Europa «y ver de qué forma se podrían adaptar éstas a un modelo de ganadería extensiva»

Según el miembro del Ejecutivo autonómico, el contacto con los ganaderos y los expertos es «fundamental», por lo que mantendrá una reunión con la mesa del lobo a su regreso a Castilla y León «para informar de los avances» en la reunión con Daniel Calleja.

El consejero explicó que también ha pedido información sobre políticas de prevención que se hayan llevado a cabo con éxito en otras regiones de Europa «y ver de qué forma se podrían adaptar éstas a un modelo muy concreto, la ganadería extensiva».

«Nos han presentado hasta 37 medidas de posible aplicación, pero tenemos que estudiar cuáles se pueden adaptar a una forma de explotación en la que las cabezas de ganado están esparcidas y no puede haber un ganadero detrás de cada animal», afirmó el consejero.

En el marco del actual plan de acción, los ataques de lobos se han seguido incrementando en Ávila, el sur de Zamora, Segovia y Salamanca, por lo que, si la situación no mejora, el Gobierno autonómico «tendría que buscar la forma de reducir la población (de lobos)».

La solución no pasaría «en ningún caso» por la caza del lobo, ya que al sur del Duero es «una especie estrictamente protegida», como reiteró el consejero de Medio Ambiente de Castilla y León.

«El lobo al sur del Duero no será objeto de caza ni ahora ni nunca», sentenció Suárez-Quiñones, quien prometió buscar una fórmula «para que el interés de la protección de la especie y el interés socioeconómico pueden convivir».

«Preservar las explotaciones ganaderas extensivas es también bueno para la naturaleza, ya que donde no hay ganaderos el terreno se embastece y la biodiversidad se ve perjudicada», explicó el consejero.

Suárez-Quiñones calificó el encuentro con Daniel Calleja de «muy satisfactorio», ya que la CE «se ha comprometido a revisar todas las normativas que aplique Castilla y León» para garantizar que se cumpla con la legalidad europea.

El consejero también celebró que tanto él como Calleja están de acuerdo en que «la directiva europea tenga un apartado específico dedicado a la gestión de la población de lobos o, por lo menos, de grandes carnívoros».

Por último, Suárez-Quiñones aseguró también que la modificación de las directrices de aplicación de la directiva Hábitats «garantizará una mayor seguridad jurídica» y que defenderá «que se atienda a las necesidades de Castilla y León».

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