En un año marcado por las movilizaciones climáticas, la ciudadanía, en forma de cientos de miles de personas, ha vuelto a salir a las calles, en Madrid y Santiago de Chile, para hacer frente a la inacción política frente a la crisis climática y ecológica. Unas manifestaciones que se alzan con una misma voz, dentro de la diversidad y heterogeneidad de las luchas, reclamando medidas concretas y ambiciosas, que se sustenten en la justicia social, la equidad y la protección de la Naturaleza y para reclamar que es hora de actuar y los Gobiernos no pueden continuar postergando año tras año la aplicación de políticas que ayuden a hacer frente a esta situación de emergencia global.

La Marcha por el Clima se produce en el contexto de la COP25 y tras constatar que ante los discursos vacíos y los acuerdos no vinculantes, la ciudadanía y las entidades de la sociedad civil están dispuestas a organizarse para defender el planeta, el presente, el futuro y un mundo más justo.

La manifestación de Madrid, que las convocantes califican como «un rotundo éxito» y «una movilización histórica ciudadana», ha sido secundada por cientos de miles de manifestantes (más de medio millón de personas según los convocantes), venidas de todas las partes de la península y el mundo, con una fuerte presencia de pueblos latinoamericanos e indígenas. Dicha manifestación, que ha comenzado su recorrido en Atocha a las 18:00 horas, tiene previsto finalizar sobre las 21:00 horas en Nuevos Ministerios. Allí, las organizaciones convocantes, Fridays for Future, Alianza por el Clima, Alianza por la Emergencia Climática, 2020 Rebelión por el Clima, Cumbre de los Pueblos, Sociedad Civil por la Acción Climática (SCAC) y Minga Indígena, leerán un breve manifiesto.

Durante la tarde la ciudad de Madrid se ha inundado de cientos de miles de manifestantes llegados desde todos los rincones del mundo haciendo resonar los cánticos «el planeta no se vende, el planeta se defiende», «change the system, not the climate», «los océanos se alzan, nosotrxs también» o «el buen vivir no es consumir» junto a los que llegaban del otro lado del océano, desde Chile. Indígenas, jóvenes, mujeres, familias y organizaciones ecofeministas y ecologistas, abrían el paso de esta multitudinaria manifestación, tras la pancarta con el lema «Desde Santiago a Madrid, el mundo despertó». Una movilización masiva que ha gritado que la sociedad civil ha despertado, que la emergencia climática y ecológica ya no se puede negar y que tenemos que actuar  para afrontar la crisis.

En la protesta ha estado Greta Thunberg la joven ecologista danesa, que ha asegurado que «la crisis climática sigue siendo ignorada por los responsables políticos y no podemos seguir así», ha dicho la joven en la rueda de prensa que ha ofrecido esta tarde junto a otros tres activistas. «Hemos hecho huelgas durante más de un año y aun así en realidad no ha sucedido nada, básicamente», ha añadido. La conciencia social no se traduce en medidas políticas. «No es una solución sostenible que los niños dejen de ir a clase, no podemos seguir así. Nos encantaría ver algo de acción de los líderes políticos, porque la gente sufre y muere por esta crisis climática. No podemos esperar ni un minuto más».

Esta manifestación supone la culminación a un año de protestas masivas y el inicio de la Cumbre Social por el Clima, la conocida como la Cumbre de los Pueblos, que reunirá a cientos de colectivos de los Sures y Nortes globales desde el 7 al 13 de diciembre en la Universidad Complutense de Madrid (Campus Ciudad Universitaria) y en el Espacio de Convergencia de Hortaleza 88.

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